Acaba, por fin, una temporada que ha sido larga y muy dura para el Cádiz CF. Las heridas que dejó el descenso de categoría, después de cuatro años en la élite, no han parado de sangrar durante todo el curso y el propio presidente de la entidad, Manuel Vizcaíno, anunció esta semana un cambio "radical" en la plantilla para la próxima campaña con idea de corregir el rumbo de una nave cadista que estuvo muy cerca de sufrir un nuevo hundimiento.
El entrenador del conjunto amarillo, Gaizka Garitano, fue capaz de mantener al equipo a flote y logró, además con cierta holgura, el objetivo para el que había sido contratado, que no era otro que la permanencia. Antes de disputar el último duelo de esta Liga en el Carlos Tartiere frente al Real Oviedo, el vasco aseguró que "nos gustaría acabar la temporada con una victoria e irnos de vacaciones con buen sabor de boca".
"Vamos a jugar contra un equipo que se juega el ascenso, hay muchos equipos con cosas en juego y hay que ir con respeto para intentar hacer un buen partido", añadió.
A partir del lunes, tocará pensar ya al cien por cien en la configuración del nuevo proyecto. El míster explicó que "el lunes me reuniré con todos junto a Juan (Cala). A final de temporada me gusta reunirme con los jugadores cara a cara sobre la situación de cada uno. Intentaremos hacer el bloque del año que viene, pero se necesita tiempo. Estos dos o tres meses serán de entradas y salidas, incluso durante la pretemporada. Será un proceso de tres meses para hacer la plantilla del año que viene".
Pese a los problemas deportivos que el conjunto cadista ha sufrido a lo largo de todo el curso, Gaizka Garitano quiso reivindicar la buena predisposición de sus jugadores, "un grupo muy bueno. Podría haber gente que se tirara del barco o no quisiera jugar, pero no hay nadie así. La gente ha insistido en que hay que acabar bien. Se podrán criticar cosas, pero este es un buen grupo que ha trabajado bien durante todas las semanas y que está unido".
El último partido de la temporada, que también será el último partido con la camiseta amarilla para varios de los jugadores del primer equipo, lo afrontarán "como lo que estamos demostrando: como un equipo", sentenció el técnico.