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Cáritas Diocesana de Cádiz ha presentado su Memoria de Actividades 2024, en la que da cuenta de su labor en favor de las personas en situación de vulnerabilidad. En total, la entidad atendió directamente a 5.889 personas y benefició a más de 15.000 a través de distintos programas, con una inversión global de 2.266.927 euros. Esta acción ha sido posible gracias a la implicación de 602 voluntarios distribuidos en 83 equipos parroquiales y al trabajo de 38 profesionales contratados en siete centros sociales repartidos por la Diócesis.
La atención a familias en situación de pobreza concentró el mayor esfuerzo económico, con 547.590 euros destinados a apoyar a 5.160 familias (14.448 personas beneficiadas) en necesidades básicas y acompañamiento integral. Esta línea incluye proyectos como Belén, Nazaret o Estamos Contigo, dirigidos a distintas etapas de la vida.
En el área de exclusión residencial, Cáritas acompañó a 716 personas sin hogar en Algeciras, San Fernando y Chiclana, con una inversión de 283.396 euros, ofreciendo atención básica y talleres de desarrollo personal. En materia de empleo, 537 personas participaron en itinerarios de inserción, de las que 200 lograron empleo, con una inversión de más de 720.000 euros. La empresa de inserción Inserta Cádiz, dedicada al reciclaje textil, recogió 587.497 kilos de ropa y empleó a nueve personas, de las cuales dos accedieron al mercado ordinario.
La formación, pieza clave del acompañamiento, contó con más de un centenar de acciones formativas para voluntarios, profesionales y personas atendidas, con una inversión de 442.243 euros y una tasa de inserción laboral del 37 por ciento. Cáritas destaca también la renovación de su certificación de calidad y su compromiso con la austeridad: así, por cada cien euros destinados a la lucha contra la pobreza, únicamente 7,3 euros se han invertido en gastos de gestión.
Cáritas ha agradecido especialmente a las personas voluntarias su entrega y dedicación, así como a los socios y donantes, empresas colaboradoras y administraciones públicas por el apoyo económico a la acción social de la entidad diocesana.
Ante la situación de necesidad que padecen aún muchas personas, Cáritas ha invitado a la ciudadanía a seguir prestando su ayuda. Porque la pobreza no se ha ido, solo ha cambiado de rostro, y por ello se hace un llamamiento a la colaboración económica para que la importante labor de Cáritas, siempre al lado de las personas en situación de vulnerabilidad, no se vea en riesgo.