El público, en su mayor parte infantil, disfrutó con esta puesta en escena, en la que la mayoría de los actores eran también alumnos de secundaria, aunque ello no restó su profesionalidad sobre las tablas.
Esta obra, al igual que todas las que componen el ciclo de teatro tiene un fin solidario, y parte de la recaudación se destinó a la labor social de Cáritas Interparroquial.