Por mera coincidencia o capricho del destino, la Oficina del Censo Electoral, encuadrada en el Instituto Nacional de Estadística, ha seleccionado a las hermanas gaditanas Carolina, Ángeles e Isabel Martínez como presidentas de las mesas en las que en otras muchas ocasiones han acudido como meras ciudadanas de a pie e depositar su voto.
Hay otras dos hermanas, Rocío y Bibiana, las cuales se han librado de la obligación democrática que ha afectado al 60 por ciento del parentesco.
Para mayor exactitud, tanto Ángeles como Isabel han sido llamadas como presidentas, y Carolina, como suplente de aquel ciudadano al que le toque presidir su mesa en las elecciones andaluzas. Pero no por ello podrá eximirse de la obligación, ya que los cargos son obligatorios so pena de incurrir en delito electoral. De esta manera, el presidente, los vocales y suplentes que no acudan a desempeñar sus funciones incurrirán en la pena de arresto de 7 a 15 fines de semana y multa de 2 a 10 meses.
Visto lo cual, las tres hermanas, un vez designadas, tuvieron siete días de plazo para presentar sus pertinentes alegaciones ante la Junta Electoral de Zona, y ya que no lo hicieron, ahora les toca trabajar desde el otro lado de la mesa electoral, listado en ristre.
Por otra parte, se da la extraordinaria coincidencia de que Ángeles Martínez ya ha presidido una mesa electoral con anterioridad, más concretamente en las pasadas elecciones municipales de mayo de 2011.
“En vez de tocarme la primitiva dos veces, me toca abrir y cerrar el colegio electoral dos veces en menos de un año”, comentaba con Ángeles con un tono entre la broma y el lamento.
