Este hipotético caso, tanto sindicatos como hosteleros ven grandes problemas no sólo por la vulneración de los derechos de los trabajadores, sino por las consecuencias que pueden acarrear en la economía gaditana.
Así, tanto el sindicato CSIF, como la patronal de la hostelería, Horeca, entienden que Beteta estuvo “muy desafortunado” en su palabras, puesto que es un derecho de los trabajadores “el tener su tiempo de asueto durante la jornada laboral”.
Para Antonio de María, presidente de los hosteleros, el problema va más allá, “después de la Ley del Tabaco, si ahora nos quitan el café nos hacen polvo”. De María entiende que sería “un palo muy gordo para los locales, el tener que prescindir de ese servicio que dan a los funcionarios con el desayuno”.
Por eso, De María pide a Beteta que “aclare” si la idea es “eliminar ese descanso”, porque supondría “un perjuicio grave par a las empresas del sector de la hostelería”.
En lo que también coincide con Sebastián Alba, máximo responsable del CSIF en Cádiz, es en la necesidad física y mental que tienen los empleados de parar unos minutos para reponer fuerzas. En este sentido, Alba sostiene que “para mejorar la productividad es necesario parar”, ya que, “en todos los sitios no se está en un despacho solo, en la mayoría de los casos están atendiendo al público”.
El sindicato explica que los responsables de la “dejadez” de muchos funcionarios son “los propios jefes”. “Si un superior tiene que gestionar a 20 trabajadores y él es el primero que no está en su puesto de trabajo, cómo va a controlar a los empleados”, indica el sindicalista dejando claro, además, que hay muchos funcionarios que “ya incluyen la productividad en sus nóminas” y no le hace falta “ideas de este tipo”.
Finalmente, Alba mantiene que la mala imagen que se da de los funcionarios públicos se viene llevando a cabo desde la época de Felipe González, “cuando se desprestigiaba diciendo que tienen su salario fijo asegurado”.
