La joven de 24 años está atravesando un momento de su vida en el que las fiestas desmedidas se han convertido en la tónica general de su día a día, algo que según algunos de sus fans comienza a pasarle factura durante sus conciertos.
Y es que con tantos excesos la voz de Rihanna se resiente y en más de una ocasión el público asistente a sus shows se ha quejado de que la calidad de la diva en los directos ha disminuído notablemente hasta ofrecer conciertos de muy bajo nivel.
Mientras que hace unos años Rihanna sorprendía al mundo con sus canciones pegadizas y su personal voz, ahora la joven de Barbados parece que solo ocupa las páginas de la prensa para ser protagonista de altercados y diversos sucesos relacionados con los excesos.
Según el periódico The Sun, la semana pasada Rihanna fue vista en The Rose Club, una discoteca londinense en donde la cantante vivió una de sus noches más locas.
Según apuntaron varios testigos al diario, Rihanna se subió a una mesa del local, comenzó a saltar y la rompió, algo por lo que casi fue expulsada del lugar. Pero en ese momento entró en juego el suculento factor de la fama.
Parece ser que Rihanna comenzó a gritarle a los porteros de la discoteca: "¿No sabéis quién soy yo?" con grandes aires de superioridad. Además, varios amigos de la diva advirtieron a los porteros que la persona a la que estaban tratando de expulsar era Rihanna.
En un principio ellos siguieron con su objetivo de echar a la chica, fuera quien fuese, pero en ese instante uno de los directivos del lugar -siempre según palabras de The Sun- intervino y 'reorientó' el suceso ofreciendo bebidas gratis a la estrella y a sus acompañantes.
Sin duda, una noche muy peculiar especialmente para los cientos de personas que se encontraban en la sala y no daban crédito a lo que sus ojos estaban viendo.