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Los amos del dinero

No hubo escena del sofá pero sí foto. Si una imagen vale más que mil palabras, la de los banqueros en Moncloa fue el fiel reflejo de la distancia y la hipocresía...

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No hubo escena del sofá pero sí foto. Si una imagen vale más que mil palabras, la de los banqueros en Moncloa fue el fiel reflejo de la distancia y la hipocresía. No vimos, como hace meses, a Botín repanchingado al lado del presidente sino sentado a su derecha en una mesa de trabajo a modo de pupitre de alto standing. No sabemos si las sillas ocupadas por los amos del dinero eran tan sofisticadas y lujosas como las que ha mandado comprar el presidente de la Xunta, Emilio Perez Touriño, al módico precio de 2.300 euros o si las mesas  son del modelo Xunta de 26.000 euros, pero sin duda las de Moncloa, no fueron cómodas ni para el anfitrión ni para los invitados. 
Aunque Zapatero volvió a pedir que los bancos ayuden a las Pymes y las familias no hubo compromisos concretos, aunque aceptaron canalizar una nueva línea de crédito del ICO hacia las pequeñas empresas y conceder moratorias a los parados con dificultades para devolver sus hipotecas. Poca cosa para como está el patio, un patio donde no cesa la sangría del paro  con cuatro millones en el horizonte. El hecho es que el presidente que había dicho, en privado, que pensaba apretar las tuercas a los Botin y Cia  y en público que no era tiempo de beneficios, resulta que cuando estuvo cara a cara con los poderes fácticos del dinero, además de lucir su mágnifica sonrisa tatuada, asintió sin decir ni mú cuando su vicepresidente Solbes afimó que “en una etapa de recesión como ésta no se les puede pedir a los bancos que aumenten sus créditos”. 

 ¡En fin ¡que por mucho que Zapatero haya mandado a sus leales a aparentar mano dura ante la opinión pública “Al Gobierno se le está acabando la paciencia con los bancos” ( Sebastián dixit) todo es una pose, una imagen furtiva, que no ha llegado ni siquiera al coscorrón. Los banqueros a forrarse y al resto que nos den...

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