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Sábado 27/04/2024  

Andalucía

El ex concejal García dice que "le engañaron" sobre dos de las facturas falsas

El ex concejal sevillano José Antonio García (PSOE) reconoció ayer que "le engañaron" sobre dos de las presuntas facturas falsas pagadas por su distrito municipal, pues estaba convencido de que el trabajo se hizo, y por ello dimitió del cargo.

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El ex concejal sevillano José Antonio García (PSOE) reconoció ayer que "le engañaron" sobre dos de las presuntas facturas falsas pagadas por su distrito municipal, pues estaba convencido de que el trabajo se hizo, y por ello dimitió del cargo. 


García, que estuvo imputado durante toda la fase de instrucción, compareció ayer como testigo ante el jurado popular que enjuicia el caso y ha dicho que tanto él mismo como el secretario del distrito, el acusado José Marín, estaban convencidos de que se habían demolido unos módulos de la barriada de San Diego para lo que habían emitido el correspondiente cheque. 


El ex concejal explicó que, cuando en el año 2005 se descubrió el presunto pago de 28 facturas falsas por su distrito, el empresario procesado José Pardo le aseguró que las demoliciones de San Diego se habían hecho y así lo defendió públicamente, pero luego comprobó que "le habían engañado" y dimitió. 


García declaró que "puede ser" que las facturas de más de 2.400 euros de su distrito se fraccionasen, pero lo explicó porque "los ciudadanos no entienden que para arreglar un acerado haya que esperar hasta un año", aunque las acusaciones interpretan esta práctica como un intento de eludir el concurso público. 


Respecto al tercer acusado, el colaborador municipal Manuel Portela, García lo señaló como la persona encargada de comprobar el cumplimiento de los trabajos, en contra de lo declarado por el propio imputado en la primera jornada del juicio. 


La tercera jornada del juicio escuchó a David Velázquez, dueño de la empresa Contratas y Obras Sevilla (COS), quien declaró que Pardo siguió contratando "a nuestras espaldas" con el Ayuntamiento de Sevilla cuatro meses después de la disolución de la empresa. 


COS se creó en febrero de 2001 con la única finalidad de captar obras del distrito Macarena, declaró, para lo que se valía de las amistades de Pardo con personal del Ayuntamiento. 


Según Velázquez, a partir de la disolución en noviembre de 2002 Pardo siguió contratando con el Ayuntamiento, aunque esos trabajos su empresa "no los hizo, no los facturó ni los cobró", y las 28 facturas presuntamente falsas que son objeto de este juicio no reflejan el nombre completo de la empresa y tienen distinto teléfono, fax y correo electrónico. 


Este empresario negó que COS tuviese deudas con los bancos, razón esgrimida por Pardo para que los cheques que recibió por dichos trabajos fuesen a su nombre propio, algo que explicó porque "los trabajadores esperaban a la puerta del distrito municipal para cobrar" y, si se ingresaban, el banco se los quedaría para cobrar deudas anteriores.

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