Según explicó en rueda de prensa la delegada de Cultura, Yolanda Peinado, el hallazgo se localizó en la tumba de un personaje notable de la época, que debió gozar de gran relevancia social y religiosa, a tenor de las joyas y la posición espacial que ocupaban. El conjunto se compone, entre otros vestigios, de un colgante de oro rematado con disco solar, un pendiente con cadenilla, varias cuentas de collar, dos porta cartuchos de plata y una cajita de marfil con una serie de grabados e iconografía fantástica, amén de otros tejidos recogidos sobre el terreno.
La directora técnica de la excavación, María Luisa Navarro, calificó ayer de “excepcional” este descubrimiento y subrayó el alcance de la tumba, llegándola a comparar con el sarcófago antropoide femenino encontrado en 1980 en la calle Parlamento. “Este tipo de piezas las habíamos visto hasta ahora siempre en contextos indígenas, pero nunca en contextos fenicios”, apuntó la arqueóloga.
Por otro lado, el estudio de estos elementos arrojará en el futuro más de información sobre Gadir y sus fuertes lazos mercantiles con Oriente Próximo. De hecho, si algo corrobora el ajuar hallado, es la importancia que Cádiz tenía entonces “a nivel transaccional y comercial en todo el Mediterráneo”. Así lo señaló la inspectora de la Consejería de Cultura, Ana Troya, quien destacó los últimos avances logrados en la investigación sobre esta etapa histórica. “Cada vez nos acercamos más a esa fundación de la ciudad que los escritores sitúan en torno al primer milenio a.C.” sostuvo.
Desde la Junta de Andalucía confían en que la restauración de estas reliquias aporte nuevos datos en esa dirección. “Pero antes queríamos que los ciudadanos fuesen también testigos privilegiados de esto”, manifestó ayer Yolanda Peinado. Por eso, la delegación que dirige ha decidido aplazar este trabajo hasta dentro de un mes. Durante ese tiempo, las alhajas se exhibirán en una vitrina que estará colocada junto al acceso de la sala de Prehistoria del Museo.
