A principios del siglo XX no pasaba por su mejor momento económico la Cofradía del Cristo de la Expiración. Las dimisiones entre los miembros de junta eran frecuentes y era habitual que el mayordomo se viera obligado a suplir de su dinero personal los pagos de la corporación.
Todo iba a cambiar a raíz de la presentación al cargo de mayordomo del conocido Fernando Fernández-Gao, copropietario de una empresa bodeguera. En cabildo de hermanos de 14 de febrero de 1918 fue elegido como mayordomo y desde un primer momento el nuevo máximo dirigente quería que la cofradía emprendiera una nueva vida. Entre sus proyectos estaba la realización del nuevo palio.
Hasta entonces la Cofradía de San Telmo poseía un palio estrenado en 1815 de terciopelo bordado con galones bordado por Francisco de Paula Fernández, como bien recoge Repetto en su libro.
El proyecto de Fernández Gao pronto se llevaría a efecto. El periódico El Guadalete del 22 de marzo de 1918 ya hacía referencias a él: “(…) El magnífico palio bordado en Sevilla llegará el viernes a Jerez, estando también terminado el cielo que ha sido artísticamente pintado por don Miguel Barrón (…)”.
En la tarde del Viernes Santo la Virgen del Valle lucía sus nuevos bordados como así lo refleja el periódico El Guadalete del 31 de marzo: “Se hicieron grandes elogios de las andas del palio, que se estrenaban y que han sido bordadas en Sevilla por una bella señorita que llegó de Sevilla para colocar aquéllas. También llamó la atención el techo de palio, trabajo del joven pintor jerezano don Miguel Barrón (…)”.
Si describimos el ya hoy antiguo palio de María Santísima del Valle, este era de pequeñas dimensiones, formado por ocho varales y tenía un sabor romántico. Las caídas bordadas en oro en terciopelo granate estaban formadas por ornamentación vegetal terminadas con flecos. En el paño frontal tanto de la delantera como de la trasera se ubicaban dos escudos. El palio llevaba en sus esquinas corbatas bordadas que anudaba un cordón finalizado en borlas, siguiendo el estilo que impuso Rodríguez Ojeda a finales del siglo XIX.
Se puede añadir a la información señalada por la prensa, que el paso de palio fue realizado en Sevilla entre 1918 y 1919, y bordado en oro por Pastora de la Cueva de Roda, con establecimiento en la calle Joaquín Costa número 16 (antes Cañaverería). Este obrador estaba especializado en bordados civiles y militares, pero también se dedicaba a la restauración y ornamentos de iglesias. Según factura del 18 de abril de 1919, ésta le aumentó el bordado del palio por el precio de 880 pesetas. Pastora de la Cueva formó parte del Taller de Juan Bautista Gimeno Zamora, empresario valenciano que tenía una cordonería/galonería y taller de bordados en la calle Tetuán de Sevilla, regentado por su esposa, Antonia Riutort de Gimeno, valenciana también, y que era la encargada de los diseños de los bordados. El taller llegó a tener una plantilla de 20 bordadoras, que destacarían años después una vez independizadas. Entre ellas se encontraban Pastora de la Cueva, Conchita Fernández del Toro o Bárbara Pardal.
Hay constancia de que en 1933 el taller de Pastora de la Cueva seguía funcionado en la calle Joaquín Costa, 16.
El techo del palio estaba compuesto por una pintura con cuatro ángeles que llevaban una corona de flores con fondo cielo, realizada por el pintor artístico jerezano Miguel Barrón Regife, que tenía domicilio en la calle Porvera número 9, donde impartía clases de pintura y preparaba alumnos para la Escuela Superior. El coste ascendió a 250 pesetas, según factura con fecha de 9 de abril de 1918.
Otro dato es que llevaba varales estrenados en 1905, según acta del 1 de octubre de 1904 que dice: “Hizo también presente el Sr. Mayordomo que las varas de plata del palio de la Santísima Virgen habían sido adquiridos por el importando pesetas 2.200”.
Después de la Semana Santa de 1939 se comienza a pensar en reformas en el paso de palio. En acta del 7 de mayo de ese año se refleja: “El Sr. Mayordomo pide a D. Manuel Martín exponga su opinión y proyectos para la construcción de un nuevo Paso a la Stma. Virgen del Valle”.
El cofrade y articulista José Moreno Alonso ya anunciaba los estrenos en su artículo en el periódico Ayer del 28 de febrero de 1940: “La bonita canastilla de la Santísima Virgen del Valle y juego de varales…”.
El Jueves Santo el periódico Ayer de 21 de marzo señalaba: “(…) La Virgen hace su salida bajo hermoso palio de terciopelo rojo artísticamente bordado y va vestida con sayas y manto antiquísimos y muy ricos. El paso se estrena también este año presentando grandes innovaciones y reformas (…)”.
Llamaba la atención la nueva canastilla barroca tallada en madera con el escudo de la corporación en el frontal sustentado por dos ángeles. Los varales eran de estilo salomónico con una macolla central. Las caídas fueron ampliadas tanto de ancho como de alto. Las medidas eran de 2 metros en el frontal y trasera, 3,25 m. las del costado y 0,55 m. de ancho.
El Domingo de Ramos 6 de abril de 1941 la prensa anuncia los estrenos de la Cofradía del Cristo: “El manto y la saya de Nuestra Señora del Valle, son muy antiguos, siendo regalados a tan peregrina imagen por S. M. la Reina Isabel II”. Entre los estrenos de este año figuran el dorado del paso de Nuestra Señora, un guión y el Senatus, ambos con varales de plata…”.
En 1942 se terminó de dorar la canastilla y en 1945 se estreno la nueva candelería encargada en Madrid a la fábrica de Viuda e Hijos de Emilio Meneses, de las conocidas como caritas. Este sería el último año del respiradero de madera ya que por su excesivo peso sería sustituido por uno de orfebrería que fue sufragado por el hermano Sr. Lozada.
En 1946 se estrenan los nuevos respiraderos realizados por el orfebre jerezano Manuel Rodríguez. El acta del 21 de octubre de 1945 dice: “… los trabajos de reforma que se vienen efectuando en el mismo, por reciente visita efectuada al Sr. Rodríguez, el que le tiene dado la palabra de entrega la canastilla el día 28 de febrero próximo”.
La hermandad mantendría el referido palio hasta la Semana Santa de 1954. El 29 de noviembre de ese año tiene lugar el cabildo de hermanos con la propuesta de sustituir el palio de la Virgen por uno nuevo llevado por costaleros. El resultado fue de 69 votos a favor, 47 en contra y 4 nulos. En 1955 se estrena el nuevo palio. Varios años después la cofradía decide poner en venta su antiguo palio siendo adquirido por la Hermandad de Jesús Nazareno de Rota, que lo estrena en la Semana Santa de 1958 para la Virgen de la Amargura, que además presentó nuevo juego de varales y saya. En los primeros años iba acompañada la dolorosa por la imagen de San Juan Evangelista. Entre 2004-2008 fue restaurado, se le cambia el escudo frontal y se le realiza el nuevo bordado por su cara interior por José Antonio Moreno Bernal.
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