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Un recital que se deshizo en elogios, fe y esperanza

Francisca Durán Redondo se convirtió ayer en la segunda mujer pregonera de la Semana Santa de Cádiz. Después de que lo hiciera hace varios años Inmaculada Cáliz, otra jerezana pisó las tablas del Falla para anunciar la Pasión de Cádiz con su voz y su oratoria como únicos instrumentos.

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  • Francisca Durán Redondo en un momento de la interpretación de su pregón. -
Francisca Durán Redondo triunfó ayer en el Gran Teatro Falla. Su amplio currículum hacía preveer que lo que tenía reservado para anunciar la Semana Santa de Cádiz 2009 iba a ser bueno. Y así fue. Esta jerezana, cofrade desde muy pequeña, supo llegar al corzón del público. Utilizó para ello una fórmula que a priori puede parecer la más sencilla, aunque a la vez es la más compleja de ejecutar, pues se basó en elogiar continuamente a cada una de las imágenes de las hermandades y cofradías de Cádiz. Un pregón muy elaborado, sin respiro, sin flaquear, muy intenso, en el que se he llevado trabajando prácticamente un año. Francisca Durán se recreó en cada uno de los capítulos de la Pasión gaditana. 

Lo hizo de una manera muy particular, empezando por el final, para enaltecer el sentido verdadero del cristianismo, la resurreción, “que a veces se nos olvida”, apuntaba la pregonera. Jesús Resucitado ocupó las primeras páginas del amplio texto que tenía preparado para anunciar la inminente llegada de la Semana Mayor. 

Su recital duró cerca de 80 minutos. No obstante, el discurso no se hizo largo, más bien lo contrario. Los cofrades allí presentes estaban deseosos de que llegara el turno de su hermandad para conocer qué piropo se le tenía reservado. Las lágrimas no faltaron, ni por parte del público, ni de la propia pregonera, que se emocionó sobre todo a la hora de pronunciar los versos dedicados a Nuestro Padre Jesús Nazareno, Regidor Perpetuo de la ciudad, por la vinculación que éste tenía con su abuela, ya fallecida.

previos
La pregonera ocupó el atril a las 12.30 horas, 45 minutos después de comenzar la ceremonia. A las 11.45 horas se abría el telón, apareciendo en primer término el compañero de Canal Sur, Juan Manzorro Burguillos, encargado de conducir el acto. El periodista agradeció a las autoridades, entre las que se encontraban el Obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Antonio Ceballos Atienza, la alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez, varios representantes de la corporación municipal, el presidente del Consejo Local de Hermandades, Martín José García, y el secretario diocesano para las hermandades, Alfonso Caraca, su presencia al acto. 

El Himno Nacional, interpretado por la Banda de Música de la Fundación Alcalde Zoilo Ruiz-Mateos, de Rota, dio paso a la oración en defensa de la vida, aprobada por unanimidad en el Pleno de hermanos mayores celebrado el pasado miércoles, siendo ésta la fórmula escogida por las cofradías para posicionarse en contra de la ampliación de la Ley de Plazos que prepara el Gobierno Central. Aquiles López, director espiritual del Consejo Local de Hermandades fue el encargado de leer el texto, a quien acompañaba un músico con su violín. 

Posteriormente, la banda interpretó las tres marchas que la pregonera escogió para anunciar su pregón, Soledad, Regidor Perpetuo y Cádiz Cofrade. Tras este pequeño concierto, Antonio Bustos, el pregonero de la Semana Santa de Cádiz 2008, apareció en el escenario para presentar a su digna sucesora, refiriéndose a ella como “una de las personalidades más brillantes de la oratoria cofrade en la provincia”. Y así, fueron pasando los minutos, hasta que Francisca Durán tomó el atril para desvelar su secreto mejor guardado.

el pregón
La pregonera estuvo sola en todo momento sobre las tablas. Las autoridades la observaban esta vez desde el palco de la presidencia. La izquierda del escenario se adornó con un conjunto de detalles que simbolizaban, cronológicamente, el camino que el Señor tendrá que recorrer durante la Semana de Pasión. Desde un burrito, que recreaba la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, hasta una cruz de madera de la que colgaba el Santo Sudario. A la derecha, justo detrás del atril, una imagen de Jesús Resucitado. 

El pregón fue emotivo de principio a fin. Las partes más ovacionadas fueron las que tuvieron que ver con el Regidor Perpetuo, Servitas, Buena Muerte, Sentencia y Prendimiento. 

Los versos finales dedicados al Nazareno que despertaron los aplausos del público decían así: 

"Ese Dios no es de madera,/el que está en Santa María/es el corazón de Cádiz/que late todos los días.
Es el ama de esta tierra,/es mucho más todavía,/más que el Regidor Perpetuo/el Nazareno es la vida".

Los ojos de la pregonera se fueron llenando de lágrimas al recordar a su abuela, una de las personas a las que más debe su vinculación al mundo cofrade. De hecho, Francisca Durán es hermana desde muy pequeña de la Hermandad de la Yedra de Jerez de la Frontera, cuyo titular recibe la advocación de la Sentencia, de ahí, que guardara un especial cariño por su homónima en Cádiz. A Él le dirigió estos versos: 

"¡Cómo no voy a quererte,/Rey del cielo y de la tierra,/si eres el Dios bondadoso/que a mí me quitas las penas!
Otra vez Tú estás conmigo, tengo de Ti el alma llena,/por eso, por eso te quiero tanto,/mi Jesús de la Sentencia".

Cuando llegó el pasaje del Prendimiento, Durán aprovechó todos los recursos de los que disponía: oscuridad, misticismo, silencio y sus versos, para ubicar a los presentes en este trágico momento de la Pasión: 

"En el monte de los olivos,/sólo está Jesús despierto,/los discípulos se duermen,/Él sigue mirando al cielo/y un gemir de caracolas/parece que están diciendo/lo que pasará en el monte,/Prendimiento, Prendimiento".

a la madre de dios
Aunque Francisca Durán supo adaptarse muy bien a la devoción cristífera de Cádiz, también se acordó de la Madre de Dios. Paseo su voy por todas y cada una de las advocaciones marianas de Cádiz. Agradeció a la Virgen de la Soledad del Santo Entierro el haber sido su principal fuente de inspiración para comenzar a escribir el texto:
 
"Soledad tuvo que ser./Ese nombre fue el primero/que llegó de Santa Cruz/a iluminar mi cuaderno.
Bendita seas, Soledad./No llores a Cristo Muerto/que Tú sabes que está vivo/y que su Amor es eterno".

También fueron muy emotivos los versos dirigidos a la titular de la Venerable Orden Tercera (Servitas): 

"Ya sabemos que has perdido/al Hijo de tus entrañas/por eso eres Tú, Dolores, el Nombre que nos taladra,/cada vez que el Viernes Santo/te subes a tu peana/y nos muestras tu hermosura/de servita y gaditana".

Para finalizar Durán encomendó el pregón a la patrona de Cádiz, la Virgen del Rosario, “porque es como dárselo a Cádiz/en ella representado/con las gracias por delante/y de corazón mi abrazo”. 

La esperanza, fe y pellizco con el que pronunció su pregón, le valió a la pregonera para levantar a todo el público y que su discurso quedara para uno de los mejores de la historia de la ciudad.

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