Bajo un sol de justicia, dado que el año pasado las hermandades del Miércoles Santo no pudieron procesionar por culpa de la lluvia, la Cruz de Guía se puso en el Compás de Santo Domingo a las 17.15 horas. Penitentes de antifaz y capa morada tiñen el barrio de Santa María del color penitente por excelencia. Muchas personas aguardan la llegada del Señor de la Salud, en un barrio que vive uno de sus días grandes.
Alrededor de las 17.30 horas, el canasto dorado del paso de misterio asoma por la puerta lateral del Convento de Santo Domingo. Suena el Himno Nacional interpretado por la Agrupación Musical Sagrada Cena, que está dejando un gran sabor de boca en sus actuaciones en nuestra Semana Santa. Los cargadores ultiman los detalles y toman sus puestos bajo el paso. Francisco Martín como viene siendo tradicional, se encarga de que todo salga a las mil maravillas. El paso se eleva y entre aplausos comienza a bajar el Compás de Santo Domingo que lo llevará a la antigua fábrica de tabacos. Bonita estampa la que nos deja el Señor con el fondo de ladrillos de dicho edificio.
Pero si alguien lleva a gala el apelativo de Cigarrera, Ésa es su Madre de la Esperanza. Los penitentes ya no son morados, sino que llevan el color de la Esperanza por antonomasia. Ya el barrio de Santa María es un río verde de penitentes. Tras ellos, la bella imagen que gubiara hace pocos años el gran Luis Álvarez Duarte. Sus ojos también llevan el color de la Esperanza. Un palio que cada año luce más bello gracias a su progresivo enriquecimiento. Este año al conjunto, se une una toca de sobremanto bordada que se estrena para la ocasión, realizada por Miguel Ángel Franco.
Al filo de las 18.00 horas sale a la calle el paso de Palio. Tras ella no va este año la Banda del Nazareno de Rota, que viajará a Jerez tras el Palio de la Hermandad del Prendimiento de dicha localidad. Para relevarla otra Banda del Nazareno, pero esta vez de San Fernando, una vieja conocida por Cádiz. El segundo de los Martín, en este caso Tomás, dirige a los cargadores del paso de Palio. Suena Cigarreras de Abel Moreno, y la Virgen emprende el camino de ida a la Catedral. Como cada año se suceden los vítores en honor a la Virgen y suenan las saetas en la calle Plocia. El Miércoles Santo acaba de eclosionar en el Barrio. Pero no será hasta bien entrada la Madrugada del Jueves cuando finalice el sueño.
