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Una alemana en El Puerto

He tenido la suerte por unos días de conocer a Isabelle, una chica alemana de 17 años, llegada a la ciudad para realizar un curso exprés de castellano y le he preguntado por lo que ha conocido en los diez días que ha estado viviendo en la ciudad.

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He tenido la suerte por unos días de conocer a Isabelle, una chica alemana de 17 años, llegada a la ciudad para realizar un curso exprés de castellano y le he preguntado por lo que ha conocido en los diez días que ha estado viviendo en la ciudad.

La localidad ha sido todo un descubrimiento para ella ya que se ha quedado muy impactada con el clima. El tiempo aquí es mucho mejor que en Alemania, y aunque haya llovido, la temperatura y la cantidad de agua es mucho más apetecible que en su país natal. Las “paradisíacas playas“ que tenemos, la Plaza de Toros, las bodegas, el Castillo y sus edificios le han gustado mucho, y le cuesta entender cómo puede haber tanta cultura en una ciudad tan pequeña.

Dice que la gente de aquí es tremendamente abierta y es fácil de conocer y hacer amigos. En el país germano la gente no suele ser tan amable, es más, suelen ser más secos, y a veces le choca que le saluden o le digan “¡guapa!”. Adora la comida española porque afirma que es bastante buena.

El precio de todo en general es mucho más barato y asequible (ropa, perfumes…), sobre todo en las frutas (mucha variedad, gran calidad y un precio más que asequible). En cambio piensa que hay demasiada gente pobre en las calles pidiendo, y que hay muchas mujeres que “te intentan vender flores o leerte la mano y contarte tu futuro”... Un hándicap con el que también se encuentra es que en casi ninguna tienda hay gente que sepa hablar inglés.

Esto lleva a que cuando intentan comprar, pedir o preguntar por algo, se encuentran atados, ya que el personal de las tiendas no suele ser capaz de darles respuesta. En resumen, tenemos potencial y suficientes atractivos para ser un buen destino turístico para alemanes.

El ayuntamiento debe intentar fomentar el aprendizaje de idiomas para dar respuesta a este tipo de visitante (cartas de bares y listas de precios) y sobre todo mimar a este tipo de “cliente” que no le importa gastar su dinero en la ciudad. Para finalizar, me dijo que pensaba venir con su familia en vacaciones y que no le importaría recomendarla a sus conocidos. ¡A ponerse las pilas!...

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