Brigadista desde el retén. Cambio. Arde Jaén, arde julio, arde la rojez, y con ellos, nosotros, también, un mucho por fuera, un poco por dentro. Zabaleta pinta el paisaje de un monte arrasado por el fuego, asolado por el fantasma del olvido al que suele condenarse la tierra quemada. Hernández enarbola el olivo retorcido, la resignada capacidad de adaptación del lugareño. El incendio forestal de Quesada, miles de hectáreas calcinadas, el esfuerzo desmedido de centenares de profesionales y voluntarios, extenuados y advertidos –tantas veces- de impotencia, nos sitúa con crudeza en el escenario dantesco de un verano temido que no ha hecho sino comenzar. El invierno encargó abundante pasto a una sierra que, tras la seca primavera, ofrece hoy aspecto de pira propiciatoria. ¿Hizo mella la política de ahorro en la labor de conservación y limpieza de los montes públicos? Pueden ser los rayos de unas tormentas de calor, o la acción irresponsable o criminal del hombre, da lo mismo porque el fin, el caos, justifica cualquier medio a su alcance, voluntario o fortuito.Y a pocos kilómetros quedó la gente, los núcleos cercanos: Collejares, Huesa, Larva y Cabra. Me arde la sangre, a vista de pájaro, comprobando el efecto devastador de la destrucción. José Fiscal, consejero del ramo del PSOE, y Antonio Sanz, delegado del Gobierno en Andalucía, del PP, comparecían juntos, el viernes. En desastres de este tipo, cuando el humo aún alienta la llama, lo que la ciudadanía demanda, cautelas las justas, es la sinceridad, y aquí nadie minimizó la magnitud ecológica del siniestro.
Mientras Vulcano y Hefesto hacían de las suyas, de Jaén a Granada, el Ministerio de Finanzas alemán filtraba su intención de plantear la suspensión de Grecia de la eurozona durante cinco años. El tercer rescate, propuesto por el propio Gobierno heleno, no sería suficiente. El pueblo griego, soberanamente, en referendo, dio un NO rotundo a la exigencia de recortar más el sistema de protección social en aras de la recuperación del crédito de los mercados. Varoufakis, Tsipras, Syriza vienen a ser como Errejón, Iglesias y Podemos, el sueño mariposa de una suerte de igualitarismo desclasado, atrapado en la tela de araña del capitalismo salvaje del siglo XXI. Tal será nuestro sino, proclama la caverna, si se nos ocurriera promover a Pablito Iglesias como aspirante a La Moncloa. Su ensoberbecida autosuficiencia, que impidió el mínimo acercamiento al joven cartel electoral de IU, Alberto Garzón, abre inesperadamente la vía a ‘Ahora en Común’, un movimiento alternativo que integre y respete las siglas de IU, y nuclee en su seno a colectivos a la izquierda del PSOE, tan heterogéneos como el ‘Madrid en Común’ de Carmena, la ‘Barcelona en Comú’ de Colau, y el ‘Jaén en Común’ de Montejo. Tamaño tributo a la unidad popular hace gustoso Luis Segura, abandonando ya, sin más demora, el puesto de coordinador provincial de IU en Jaén. ¿Compartir lo mínimo, unas siglas, de nuevo, con aguileras y bódalos? La convergencia, si un valiente se aviene a modelarla, se llame Juan Serrano o Juan Ortega, es posible en Jaén, y ese escenario obligaría a Podemos a recuperar el contacto con círculos/bases que todavía no lograron superar la experiencia frustrantede las elecciones municipales. Arde Jaén, arde julio, arde la rojez, y con ellos, nosotros, también, un mucho por fuera, un poco por dentro. Corto.
Agradecimientos
Villatorres. Villargordo constituyó su ayuntamiento, el 13-J, un rato antes que su vecina Begíjar. Si en el primer municipio el PSOE avalaba la investidura del candidato de IU, Sebastián López, minutos después el único concejal begijeño de IU respaldaría la toma de posesión del alcaldable del PSOE. La consumación feliz del doble envite hizo que Sebastián sugiriese a su subordinado Miguel Manuel García, flamante diputado provincial, el único de IU, que votase a favor de Paco Reyes en la elección de presidente de la Diputación. Luis Segura, presente en el acto, se enteró tarde. UNIA. Cuentan que la falta de sintonía entre el nuevo consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, y el máximo responsable de la UNIA, Eugenio Domínguez, viene de largo, de cuando coincidieron como rectores de las Universidades de Sevilla y Córdoba, respectivamente. Si Arellano mira para otro lado solo unos meses, Domínguez, como antes ocurriera con su antecesor, Suárez Japón, se jubilaría en la UNIA rondando los 70 años. Llegan al cargo, esto es, ávidos de emociones fuertes. No es ningún descubrimiento revelar, además, que a semejantes elefantes, predestinados a fastuosos cementerios políticos en forma de despacho, aparecer por Baeza, ciertamente, les cuesta.