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La tribuna de El Puerto

“Me han cateado” vs “me han suspendido”

Ignacio Colón Torrent. Portavoz de Queremos Puerto

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D. Carlos Pajuelo,  profesor en la Facultad de Educación de la Universidad de Extremadura, en su libro “Cómo sobrevivir a los suspensos de tus hijos”, opina que el objetivo de toda reacción ante unas calificaciones deficientes es intentar que los hijos se responsabilicen de los suspensos.

“Cuando se suspende es porque se ha estudiado poco o no se ha estudiado. Para que el niño pueda cambiar necesita reconocer que no ha estudiado. Si, en cambio, dice que ha sido mala suerte o que le tienen manía, entonces no hay opción de mejoría”.

El pasado viernes 29 de enero, el Sr. Botella (Levantemos), responsable de Economía y Hacienda del tripartito, recibió las “notas” por su trabajo en los presupuestos 2016, en modo de informe del Ministerio de Hacienda que, en calidad de “Profesor”, le ha otorgado la calificación de “No Apto”.

El sábado 30 el Sr. Botella saca una nota de prensa en la que intenta justificarse acudiendo a todo el repertorio que un mal estudiante tiene preparado cuando tiene que dar explicaciones ante sus padres por unas malas notas.

Que si el profesor es un facha que me tiene manía porque pertenezco a la novísima casta podemita, que si a los del curso anterior, que eran unos holgazanes, por ser ideológicamente más cercanos al profesor le puso un  examen más fácil, que si el delegado del curso pasado no ha intercedido por él ante el profesor e, incluso para quedar bien ante sus padres, introduce una expresión que escuchó una vez y que aunque no sabe lo que significa, va a quedar “que lo flipas”, diciéndole con cara seria, y por si cuela, “Soy objeto de una conspiración Judeo-Masonica” al igual que muchos de mis camaradas que hemos abrazado la pureza podemita.

En definitiva, que él se ha “dejado las pestañas”, expresión que una vez le oyó decir a su nuevo delegado de curso,  y que  el profesor “Me ha cateado” porque me ha hecho un “bullying” ideológico.

Los padres cuentan hasta diez, para que no se les hinche la yugular, miran con resignación a su “criaturita”, y aunque no quieren imponerle un castigo desproporcionado no vaya a ser que le provoque al niño perturbaciones cognitivas y emocionales futuras, le piden ver el examen para comprobar si “Le han cateado”, o como sospechan, porque el niño se fue de vacaciones cuando tenía que estar estudiando, “Le hayan suspendido”. El niño le cuenta mil ficciones más, e incluso llega al extremo de espetarles a sus padres que si ellos también le tienen tirria.

Como sabemos que el Sr. Botella tiene sentido del humor, aceptará de buen grado esta leve critica, y en aras de la transparencia, no tendrá ningún inconveniente en mostrar públicamente, a todos los portuenses, el informe del Ministerio de Hacienda para que podamos juzgar si “Le han cateado” o como nos tememos, “Le han suspendido”.

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