No hay demanda de alquiler o venta pese al descenso de los precios en los últimos meses
Entre 3.000 y 4.000 euros. Ése es el precio que un comerciante debe pagar al mes por el alquiler de un establecimiento comercial, según las estimaciones realizadas por el presidente de Acoje, dependiendo, claro está, de algunos factores y condicionantes, como su situación y estado en el que se encuentre, explica Fernando García.
Hacerse con un establecimiento en alguna de las calles que flanquea el casco histórico ha perdido interés debido a la feroz crisis económica. Larga y Lancería son uno de estos puntos céntricos donde los carteles de Se vende y Se alquila o Se traspasa son visibles a los ojos del ciudadano. No obstante, no hay intención ni de alquilar ni de vender, explican desde Decogema Promotor.
Las inmobiliarias han dejado de trabajar con locales comerciales, por lo menos en la zona centro, debido a la poca rentabilidad y la escasa demanda. Esto es, o bien no hay iniciativa empresarial por el bache económico, o bien, tal y como señalan desde las agencias consultadas, no es el mejor momento para vender y los propietarios de estos establecimientos prefieren esperar a que la situación mejore para volver a lanzarse al mercado inmobiliario. En este panorama, el sector opina que los comercios vacíos que pueblan las calles del centro tardarán un buen tiempo en llenarse, y si lo hacen, no se tratarán de pequeñas o medianas empresas, sino negocios franquiciados, a los que García atribuye la mayoría de los cierres de los últimos meses, tras haber montado negocios en plena “burbuja inmobiliaria”, sin tener en cuenta un poco de previsión.
El que haya una bolsa importante de locales en venta o alquiler comporta que los precios hayan experimentado una tendencia a la baja significativa en los últimos meses. Pese a que ni se vende, ni se alquila, el sector inmobiliario confía en poder remontar de aquí a los próximos meses.
Respecto a los sitios donde hay multitud de locales vacíos, destacar los dos pasajes comerciales de Larga y Lancería. En los Cisnes hay más de un establecimiento vacío y poca intención de recuperar el movimiento que había en sus inicios, cuando se levantó hace una década. En Lancería 7 la situación es peor, más locales vacíos y una imagen de “decadencia” que indica que la situación no anda bien.
El sector está muy “desanimado” con la situación
Aunque muchos establecimientos comerciales del centro hayan caído en esta época de recesión económica, un tanto por ciento importante se sitúa en zonas como la Este. El sector inmobiliario, dado el poco interés que representa en estos momentos el centro, ha preferido optar también por la venta de naves comerciales.
El pequeño y mediano comerciante arremeteigualmente contra los elevados impuestos a los que deben hacer frente, además de la tardanza en las licencias de apertura de establecimientos, factores que los “desaniman”, según explican, a la hora de poner en marcha una iniciativa empresarial.