La prescripción por principio activo y no por marca comercial se generaliza en los centros médicos
La prescripción de recetas del Sistema Sanitario público Andaluz por principio activo se ha convertido en una práctica habitual en los centros médicos de Jerez. Así, este tipo de recetas han aumentado, en los últimos cuatro años, un 22% y suponen ya el 76,55% del total de recetas que prescriben los médicos en el conjunto de los centros sanitarios públicos de la ciudad, es decir, tres de cada cuatro recetas indican a día de hoy un principio activo en lugar de una marca comercial.
Estos datos refuerzan el hecho de que la prescripción por principio activo se haya convertido en la actualidad en práctica habitual en Jerez, según datos facilitados a este medio por el SAS.
En este sentido, si en septiembre de 2001 las recetas por principio activo tan sólo representaban el 0,35 por ciento, en enero de 2006 ya se alcanzaba el 55 por ciento y, a principios de este año, se elevaba al 76,55 por ciento (77,72% en los centros de atención primaria o ambulatorios y 60,19% en el Hospital General).
Además, el incremento de este tipo de prescripción por principio activo ha permitido un ahorro al sistema sanitario público de 259,5 millones de euros desde finales del año 2001 y hasta la actualidad.
problemas en los mayores
En la prescripción por principio activo, el médico o facultativo indica en la receta los datos del medicamento sin especificar ninguna marca comercial, siendo la forma de prescribir recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos internacionales de la Salud, según el SAS, quien gracias a este hecho ha visto también rebajado su gasto sanitario, ya que este tipo de medicamentos son más baratos que los comerciales.
El problema es que, debido a el SAS ya receta prácticamente sólo por principio activo, las compañías farmaceúticas, esas mismas que tienen marcas comerciales, han lanzado al mercado también medicamentos genéricos, lo que el alimentación serían las marcas blancas, y ya hay centenares.
Este hecho hace que, sobre todo en pacientes crónicos y mayores, el caos reine a la hora de administrar sus medicinas, pues las formas de las cajas y los colores cambian según la marca, y muchos de ellos exigen en la farmacia genéricos de marca concreta.