Cualquier destino es bueno para viajar, pero si sumamos juventud, cultura y precios económicos, el destino que gana por goleada es Dublín (Irlanda). Posiblemente por esas razones Dublín está cobrando cada vez más fuerza como ciudad preferida en lo referente a viajes de fin de curso, por lo que las ofertas a esta ciudad son realmente atractivas y sugerentes. Pero, ¿qué ofrece realmente este destino a sus visitantes? ¿Tanto atractivo tiene para el público joven? ¿Ofrece esta ciudad actividades que convencen tanto a padres como profesores? ¿Podemos estar ante el destino estrella de los próximos años?
Destino multicultural
El mayor reclamo de esta ciudad es su carácter multicultural, gran atractivo tanto para jóvenes como para adultos (profesores y padres/tutores). A pesar de que es un país de habla exclusivamente inglesa, en ella se pueden encontrar nacionalidades de todo tipo, por lo que el intercambio cultural es significativo y es eso, precisamente, lo que más atención llama a jóvenes y a algo más adultos.
Pero lo realmente interesante son todas las actividades que se organizan en torno a ese carácter cultural, lo que pocas agencias de viaje para jóvenes consiguen. La idea de cualquier viaje de fin de curso no consiste exclusivamente en ir a un destino que ofrezca millones de cosas que hacer, sino que el tiempo y los recursos (tanto de tiempo como económicos) se gestionen correctamente. No es suficiente saber que Dublín es una de las ciudades europeas más multiculturales de Europa, sino que hay que ir más allá y saber cuáles son las actividades que ofrecen ese aspectos; tampoco es suficiente saber que Dublín ofrece, posiblemente, las actividades más completas y divertidas de toda Europa a un precio muy asequible para jóvenes, sino que es necesario conocer dónde se consiguen esos precios y esas actividades.
Red de profesionales
Teniendo Dublín el cartel de “destino perfecto para un viaje de fin de curso”, es necesario contar con toda la información necesaria para que la experiencia sea perfecta, y en estas ocasiones contar con profesionales no hará más que garantizar el éxito de la inversión. Pero no todas las agencias de viajes están especializadas en grupos jóvenes ni todas conocen a la perfección esas actividades que enamoran. Por eso, una búsqueda pormenorizada y contraste de ofertas es lo ideal, aunque nuestro consejo es que se contacte con profesionales como es el caso de la empresa online
Fin de Curso Colegio, especializada únicamente en viajes para jóvenes, principalmente escolares y universitarios.
Actividades que marcan la diferencia
Dublín, a diferencia de muchas otras ciudades europeas, ofrecen una gama de actividades únicas e innovadoras, por lo que un viaje a este destino sorprenderá y gustará a todos por igual. Por ejemplo, ¿creéis que es lo mismo conocer la ciudad con un guía tradicional o con un habitante de la ciudad? Dublín es pionera en eso y para los viajes de fin de curso es una actividad muy atractiva que cada vez más se oferta y se demanda. Además, son magnífica oportunidades de socializar e incluso practicar el idioma.
Otra gran opción es el encuentro con estudiantes nativos, de Dublín, en bibliotecas públicas para luego salir a tomar algo en las zonas más típicas y tradicionales. De esta manera se vuelve a practicar el idioma (de manera gratuita, lo cual es un plus) y el grupo de viaje de fin de curso se enriquece enormemente.
Precios aptos a todos los bolsillos
Y si hay algo que convence a todos, ya sean adolescentes o mayores, son los precios asequibles pero que en ninguna ocasiones ello implique rebajas en la calidad del servicio. Los precios para jóvenes deben, en todo momento, adaptarse a sus condiciones económicas y, sobre todo, a las de su familia. En muchas ocasiones no es solo un chico o chica quien viaja, sino varios miembros de la familia, por lo que cualquier ahorro no es suficiente. ¿Cómo se pueden conseguir precios buenos en Dublín? Por lo general, los viajes de fin de curso se realizan en hostels, residencias o incluso albergues pero, no nos engañemos, son calidades muy superiores a las que estamos acostumbrados en España. Las habitaciones en estos viajes de fin de curso suelen compartirse, lo cual permite abaratar costes, pero siempre hablamos de alojamientos céntricos que además permiten ahorrar en transporte.
Los profesores: un viajero más.
Como os comentábamos, Dublín está tan preparada para acoger a este viajeros que suelen acudir en viaje de fin de curso que hay una gran oferta de guías y monitores. Precisamente eso es lo que anima a muchos profesores a solicitar este destino, Dublín, como ciudad para el viaje de fin de curso, pues ellos apenas tienen que preocuparse por hacer recuento y disfrutar. Y repetimos de nuevo, una buena red de monitores especializados en gestionar estos viajes es vital para lograr una experiencia de diez de un
viaje de fin de curso a Dublín.
Así que ya sabéis, si planeáis un buen viaje de fin de curso, económico pero de calidad y con experiencias enriquecedoras y multiculturales, ¡Dublín es vuestro destino europeo!