La memoria de Ceain pone de manifiesto que los extranjeros demandan al colectivo una serie de atenciones que no suelen encontrar en la sociedad en la
La memoria de trabajo del año 2008 del centro de acogida de inmigrantes, Ceain, revela algunos datos interesantes, no ya sólo en lo relativo a las intervenciones de la entidad, sino sobre todo, al perfil y necesidades de los extranjeros que viven en Jerez. De hecho, se puede concluir que más de la mitad, al menos de los que necesitan ayuda por alguna causa, son mujeres, ya que de los casos atendidos el pasado año, que se elevaron a los 2.000, el 58% fueron féminas. Y de ellas, la inmensa mayoría proceden de países de Latinoamérica. Lo más interesantes es que habitualmente se encuentran en situación regularizada en España y, por tanto, con capacidad para trabajar e insertarse en la vida social y económica de la ciudad. Sin embargo, no hay que olvidar que hay muchas otras personas extranjeras que tienen problemas para continuar en la ciudad (sólo en 2008 Ceain atendió a casi 600 personas con órdenes de expulsión o por problemas relacionados con la violencia de género) que necesitan de una atención especial. La violencia doméstica se acentúa en aquellas familias en las que además tienen que hacer frente a situaciones difíciles económicamente e, incluso, en circunstancias de falta de legalidad en el país. La labor que con todas estas personas que acuden desde otros países a hacer su vida y buscar sus oportunidades entre los jerezanos realiza Ceain es impagable, pero desde luego se echa en falta más apoyo social y, sobre todo, público al colectivo. Esta misma semana saltaba a la luz pública el caso de una mujer que puede ser expulsada por escribir mal el apellido de su marido; hace semanas a la sociedad española le escandalizaba el caso del trabajador de una panadería que fue abandonado por su jefe en la calle tras perder un brazo en un accidente laboral, en un trabajo en el que no tenía contrato... Casos terribles, pequeños dramas particulares que hay que tratar de comprender para poder hacer hueco en esta sociedad a todo aquel que viene a aportar su pequeño granito de arena. Nadie sobra, todos pueden ayudar, sobre todo en una situación delicada económicamente como ésta, que aunque por dura que sea, requiere del esfuerzo de todos para salir adelante.