El tiempo en: Cádiz
Viernes 17/05/2024  

Plaza Rosales

Plaza Rosales o Plaza de Los Rosales, tanto monta, monta tanto. Abandonado en el tiempo a su suerte, este coqueto rincón de obligado paso para los turistas que se encaminan hacia los Baños Árabes ha sido transformado por el actual equipo de gobierno. Voluntad no les falta a la hora de acometer reformas, ayudados también por el famoso plan "anticrisis" de Zapatero y la ahora supercolaboradora Junta de Andalucía. Había oído varias opiniones de lo que allí se ha hecho pero la más valiosa me la proporcionó un guía turístico.


Como no podía creer lo que me contaba visité el lugar hace unos días y, caray, llevaba razón. A la nota positiva de una inversión más en nuestro abandonado, maltratado y malquerido barrio antigüo hay que unir la de un despropósito. Esa plaza, pequeña pero a la que se le podía haber sacado jugo, sustancia y sabor, ahora está tomada por un edificio de planta comercial que se ha destinado a °°la asociación de vecinos del barrio!! Es decir, que los que han de velar por su entorno han sido los primeros en autorizar, permitir y consentir que un pequeño bloque le robe a los convecinos la única plaza para paseo que quedaba en el casco histórico. Locales tendrá el Ayuntamiento en otro lado... pero se ha decidido robarle espacio al peatón y, naturalmente, todos callan: el PP desde su torpe oposición de no ver lo elemental (¿esto incumplirá el PGOU?), la asociación de vecinos que es cómplice y parte, y todos y cada uno de nosotros por hacer de estas cosas importantes para Jaén simple tertulia crítica de bar y no alzar la voz en los medios de comunicación.

Para disimular ese robo de acerado al peatón han hecho una rampa que nos sube a los tejados de esa maldita casa y justificar que no se pierde zona de paseo, pero ni por esas me convencen porque al llegar a ese tejado - vendido a los cuatro vientos como miradordesde allí no se divisa ni la Catedral ni ninguna vista espectacular: sólo paredes y tejados bastante poco alentadores. Por eso les decía al principio que el guía turístico se quedó helado cuando subió allí a los turistas a mirar algo y, una vez en lo alto, dos le recriminaron tan absurdo paseo para no ver nada digno de elogio. Y, para rematar la faena, se me acerca una del barrio y me dice que le han robado la plaza a sus niños y ya no juegan allí porque no hay espacio y se le pierden los menores de la vista entre los hierros de la construcción. Clama al cielo.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN