Fuentes de la negociación han aclarado que los últimos flecos que quedaban pendientes de la negociación se han ido solventando en las últimas horas y que todo está dispuesto para que “en breve espacio de tiempo”, que no han querido especificar, se formalice la operación de compra de Cojetusa, ya que su empresa matriz, formada por FCC y la francesa Beolia, “no ve el momento” de dejar un servicio del que ha querido desprenderse desde hace ya demasiado tiempo.
De hecho, se espera que posiblemente a lo largo de esta semana se pueda celebrar una reunión con el comité de empresa para informarle de la operación de compra-venta y concretar algunos aspectos de los cambios que va a experimentar la empresa con esta adquisición, que no afectaría inicialmente al actual convenio colectivo ni a la plantilla de Cojetusa, que sería absorbida por Linesur.
Confianza en el comité
Por su parte, el comité de empresa, a través de su secretario, Juan González Laynez, aseguraba ayer no saber nada de la operación y confiaba en que sean convocados “lo antes posible” para ser informados de la operación, aunque reconocía que “desde antes del verano ya habíamos oído que Linesur estaba detrás de la operación y que tenía de plazo hasta el 30 de septiembre para poder cerrar la compra”.
Respecto a la actitud que mantendrán los trabajadores ante esta venta, asegura que “si asume a la plantilla y el convenio, no va a haber ningún problema y estaremos dispuestos a trabajar y a ayudar”, aunque también recalca que este respaldo inicial se concretará si “vienen con la intención de mejorar el servicio y a funcionar como esta ciudad se merece y no como con Cojetusa, que vino muy fuerte pero con el paso del tiempo sólo pensaba en el dinero y acabó estancando el servicio o incluso reduciéndolo”.
Sobre su conocimiento sobre Linesur, reconoce que espera que esta compra “también ayude a mejorar el servicio que da en algunas pedanías”, donde han existido algunos problemas por la escasa calidad de los autobuses utilizados.
