Ante la inminente vuelta al colegio esta semana la Confederación Andaluza de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Confedampa) asegura que la prevalencia de la enfermedad será bastante importante en Huelva y en el resto de la comunidad autónoma por la falta de equipamiento adecuado en las aulas, sobre todo en las de educación infantil.
Consejos complicados
Y es que, la Confedampa valora “positivamente” las instrucciones de la Consejería de Educación con los protocolos a seguir para minimizar los riesgos de contagios entre los alumnos más pequeños, pero, a su vez, destaca que son “difícilmente aplicables”.
Así, la recomendación fundamental que hace la Consejería de Educación para luchar contra la propagación del virus es que los pequeños y sus tutores deberían lavarse las manos, “al menos seis veces durante la jornada escolar”.
La Confedampa destaca lo complicado de este procedimiento, ya que “el 90% de las clases de infantil no disponen” del equipamiento necesario.
Y eso que la legislación vigente “obliga a que las clases cuenten con inodoros, lavabos y una pileta dentro del aula”, algo que sólo se da en las instalaciones más modernas, careciendo de ellas las más antiguas.
“En vez de un ordenador por alumno, un cuidador”
Prevenir es curar. Esa es la máxima que mantienen todas las administraciones a la hora de procurar minimizar los riesgos de la gripe A, pero para cumplir estos preceptos, tiene que disponerse de una infraestructura necesaria.
El presidente de Confedampa, José María Mesa, habla claro. Ayer afirmó con rotundidad a Viva Huelva que “cómo hablan de coinciliar vida laboral y familiar” cuando un padre tiene que desplazarse hasta la escuela cada vez que un niño se hace pipí o caca.
La Confedampa vuelve a reclamar, ahora con más fuerza si cabe ante la sombra de la gripe A, la figura del monitor de infantil, que se encargaría de tareas como esta.
Actualmente, la norma dicta que si un pequeño de cinco o seis años se hace sus necesidades encima, hay que avisar a uno de los padres o a una persona designada para tal efecto.
“En vez de un ordenador por alumno”, como se prometió en su momento, Mesa se pregunta si no será más importante “la figura” de este cuidador.
Precisamente, a raíz de estas recomendaciones de la Consejería de Educación y de las autoridades sanitarias, Mesa señala que este monitor podría encargarse de trabajos tales como cambiar de pañales a los niños, evitar que éstos se metan los juguetes en la boca, hacer que se laven las manos con la frecuencia necesaria, entre otras labores.
Mesa deja claro que se está incumpliendo “el Decreto de Mínimos en las aulas de educación infantil”. Por tanto, estas carencias “harán inviable dar cumplimiento a las propias instrucciones de la Consejería de Educación”.
“Es imposible que un tutor de una clase sin lavabos acuda las seis veces a los lavabos comunes que comparten cientos de niños”, señala Mesa al respecto de la imperiosa necesidad de la creación de la figura del monitor en las clases de infantil.
