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El Arponazo del Capitán Ahab

El arponazo del Capitán Ahab. Nuestros preciados huevos

Acaba la campaña de las municipales y toca hacer resumen, pero la cosa no es difícil

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Acaba la campaña de las municipales y toca hacer resumen, pero la cosa no es difícil. Málaga es la segunda capital española donde más subió el alquiler en los últimos 4 años. Alquilar una casa nos cuesta ahora un 42% más que en 2015. Sin embargo, el salario medio en Málaga sigue siendo un 11% inferior al de antes de la crisis, sigue estando muy por debajo de la media nacional y en 2017 subió solo un 0,65%. Este es nuestro gran problema, y no otro. Esta es la deriva que hay que conjurar.

Sin embargo, el modelo de ciudad que nos ofrece el alcalde vuelve a ser el mismo, volcarnos en el turismo, porque para Paco el gran éxito de Málaga es que tengamos muchos visitantes, aunque eso suponga que a nosotros cada vez nos resulte más difícil vivir en esta ciudad. Pero frenar eso no entra en sus esquemas porque sigue pensando que el turismo es nuestra gallina de los huevos de oro, cosa que es obviamente un error. No es que el turismo sea nuestra gallina de los huevos de oro, sino que la ciudad es la gallina de los huevos de oro del turismo, que no es lo mismo. Málaga es el producto, no el productor. Es el turismo el que transforma la ciudad, y además según su criterio.

El alcalde lo que hace es facilitar esa transformación, añadiendo más y más atractivos turísticos, a cualquier precio. Y lo que hace es tratar de que todo eso además nos parezca un gran éxito, enterrando la realidad de los salarios, o la precariedad o los precios del alquiler, bajo titulares de millones de visitantes y millones de beneficios, para no se sabe quién. Y lo que trata de hacernos creer, con su fabuloso aparato propagandístico, es que además nuestro destino no puede ser otro que ser destino turístico. Un gran destino turístico. Pero eso no es ni lejanamente cierto.

El destino no está escrito, no nos tenemos que convertir en ciudad de vacaciones si no queremos. Nosotros somos la gallina, y podemos, y debemos, decidir quién queremos que toque nuestros preciados huevos.

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