El historiador tomó como punto de partida las aportaciones de reconocidos estudiosos, que desde el siglo XVIII han escrito sobre la detección de problemas en la sociedad (de tipo económico, social y educativo), y que han aplicado sus conocimientos para solucionarlos.
"Muchos de los problemas actuales ya se detectaron en el siglo XVIII, tales como la falta de industrialización y de comunicaciones e infraestructuras ferroviarias", argumentaba el ponente. Sin embargo, la diferencia "más clara y mayor" entre el pasado y el presente, es que a los estudiosos de hace siglos el tema cultural y educativo "no les preocupaba".
En cuanto a problemas sociales como el paro, noticia en los últimos días por un nuevo crecimiento entre la población jienense, en el siglo XVIII era "estacional", con trabajos ceñidos a los cultivos, pero en el siglo XX comienza a ser una realidad a partir de 1920, en los años '50 y en los '70.
Las soluciones que los estudiosos consultados por Luis Garrido aportaban son las que se siguen dando a conocer hoy y que aún están sin aplicar. Entre otras, mencionó las ventajas de la industrialización para el mundo del aceite, por estar comprobado que la calidad del producto es mejor; o la necesidad de más ferrocarriles y mejores comunicaciones.
Así, la visión poliédrica del historiador y consejero del IEJ finalizó en el siglo XX, donde "el mundo se ve desde una perspectiva global", terminaba.
El consejero secretario del IEJ, Salvador Martín de Molina, leyó la Memoria del Curso Académico 2008-09, que continuó con la intervención del director del IEJ, Pedro Galera.La diputada delegada del IEJ, Pilar Parra, fue la encargada de clausurar el acto de inauguración del curso académico.