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Denuncian el mal olor que desprende la central de Iberdrola

Los vecinos de la Vega de los Molinos no saben de qué se trata, pero dicen que es “desagradable”. Los afectados se reunirán con la empresa para conocer las posibles causas

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  • Central térmica de ciclo combinado de Iberdrola en Arcos. -

La Asociación de Vecinos Virgen del Rocío, de la barriada rural de la Vega de los Molinos, asegura que hay vecinos afectados por unos olores que no saben determinar, y que sitúan entre “el gasoil y algo parecido al azufre”, pero en cualquier caso “un olor desagradable” que atribuyen a la central térmica de ciclo combinado próxima, propiedad de Iberdrola.


El presidente de este colectivo vecinal, José Luis Heras, se refiere a olores que se detectan especialmente “al atardecer”, aunque no todos los días. El mismo señala haber constatado que la central de ciclo combinado no se encuentra operativa al cien por cien porque en estos momentos no hay demanda suficiente para que se encuentren en funcionamiento los tres grupos de las instalaciones, con lo cual quiere desvincular los olores de un posible repunte de la actividad industrial. 


Igualmente, asegura tener constancia de unas obras que se ejecutan en el interior de la central para mejorar el sistema contraincendios. Por otro lado, los vecinos tampoco vinculan estos olores al funcionamiento de la planta de energía fotovoltaica cercana a la central de ciclo combinado, pues aseguran que esos olores ya existían antes de su construcción.


El presidente apunta a que, de momento, los vecinos están molestos con los olores pero que no han pensado en denunciar a la empresa o este hecho puntual, a la espera de que se le busque una solución. Sin embargo, piensa que la tarea de denunciar correspondería en este caso a la asociación por representar los intereses de la zona rural de la Vega de los Molinos.


Fuentes de Iberdrola aseguran que, efectivamente, la central almacena gasoil desde que entró en servicio, pero que el tanque no sufre ninguna fuga. Las mismas fuentes admiten que un vecino de la Vega de los Molinos denunció malos olores ante el Ayuntamiento, por lo que se encargó una inspección que dio como resultado que el almacenamiento de gasoil estaba intacto. Asimismo, Iberdrola descarta olores a azufre porque sencillamente no se emplea en las instalaciones.

Desde la AVV Virgen del Rocío, declara que el sentimiento de los vecinos es que “nos vendieron la térmica como una gran ventaja, y al final ni la térmica ha aportado nada a la barriada, nos ha dado contaminación de ruidos, contaminación lumínica y no nos ha compensado con nada. Se vendió como una panacea y al final no ha cuajado por ningún lado”. Sin embargo, admite que Iberdrola colaboró con la barriada en la compra de dos equipos de aire acondicionado y en unas obras eléctricas. “Este ha sido todo el detalle que ha tenido la térmica con la barriada”, explica el presidente.


Preocupado por los olores, el presidente manifiesta haberse puesto en contacto con un empresario que realiza trabajos para Iberdrola, el cual le hubiera confirmado el interés del director de la central por mantener una reunión con él personalmente para responder a sus preguntas e inquietud sobre los olores.  No obstante, José Luis Heras ya había intentado mantener un encuentro con el responsable de Iberdrola en la zona para pedirle colaboración de cara a la construcción de una depuradora de aguas residuales para la Vega de los Molinos, reunión que de momento no se ha celebrado, según Heras, después de que el Ayuntamiento le hubiera comunicado a la asociación que ahora mismo no dispone de recursos públicos para financiar esos trabajos para que la barriada depure sus aguas residuales.


Posteriormente, Iberdrola ha confirmado a este periódico que, efectivamente, se ha convocado una reunión con los vecinos, pero asegura desconocer de qué olores se trata y qué denuncian en realidad estas personas.

Ecologistas en Acción señala que las molestias van más allá de los olores

Tras tener constancia de los malos olores en el entorno de la central de Iberdrola, Ecologistas en Acción asegura que los vecinos de la Vega de los Molinos y de Arcos, “con la pasividad absoluta de las administraciones, están sufriendo impactos de todo tipo desde que empezó a funcionar la central térmica de ciclo combinado, como estos olores desagradables o los impactos paisajístico, acústico, económico, lumínico y de contaminación atmosférica”. Este colectivo se muestra convencido de la presencia de contaminantes como los óxidos de nitrógeno (NOx)  o los dióxidos de azufre (S02) como “una fuente potencial de malos olores” que también relacionan con la dirección del viento. “Debido a sus efectos adversos en la salud, se han regulado sus niveles con normas ambientales y/o sanitarias. Estos malos olores ya se han repetido en varias ocasiones  y no parecen ser de otras industrias o de vertidos de aguas residuales”. 

Hace  más de un mes los ecologistas presentaron alegaciones a la nueva Autorización Ambiental Integrada que próximamente se le otorgará a la central de ciclo combinado de 1.600 MW de Arcos de la Frontera. En sus alegaciones, los ecologistas esgrimen que la central es “una actividad peligrosa, nociva y molesta que se situó a sólo 945 metros de la barriada de la Vega de los Molinos de Arcos, con el beneplácito del Ayuntamiento y de la Junta de Andalucía, incumpliéndose la normativa vigente y el PGOU de Arcos”.  En la decena de alegaciones que presentaron, solicitaban, entre otras cosas, que se evalúe el efecto de los contaminantes que emiten las instalaciones sobre la salud de las personas y en el entorno.


Por otro lado, los ecologistas exigen al Ayuntamiento y a la Junta la construcción de estaciones depuradoras en las barridas de Arcos, a lo que la normativa obliga, por lo que alaban el interés que demuestra el presidente de la asociación de vecinos de la Vega de los Molinos por la construcción de una depuradora en esta barriada.

¿Qué fue del gasoil vertido en 2005?

En julio de 2005 los vecinos de la Vega de los Molinos ya sufrieron fuertes olores a gasoil cuando se produjo un derrame de un volumen considerable de este combustible. Según explicó entonces Iberdrola, la fuga no salió de la parcela donde se encuentra su ciclo combinado, pero admitió el vertido incontrolado de gasóleo. De hecho, no se dilucidó dónde fue a parar el combustible. Los ecologistas ya avisaron de que se filtraría al subsuelo, ocasionando un grave perjuicio tanto a la agricultura, abundante en la zona, como al río Guadalete próximo.

Tanto los ecologistas como la plataforma No a las Térmicas criticaron a la empresa de la central “por la falta de respeto con el Medio Ambiente y con las normas que debe cumplir”. Además, con sus denuncias también intentaron demostrar que la central no sólo funciona con gas y que los riesgos que se producen cuando utiliza gasóleo son mayores.

Asimismo, denunciaron el desamparo de los ciudadanos “ante estos desmanes y despropósitos industriales, dada la carencia de control, inspección y vigilancia con la que la Administración trata a esta empresa”. Y es que ni el Ayuntamiento de Arcos, ni el Seprona, ni la guardia fluvial y ni la Delegación provincial de Medio Ambiente movieron ficha alguna contra el vertido de gasoil. A este respecto, se  preguntaban dónde están las estaciones medidoras de emisiones contaminantes a las que obliga la Autorización Ambiental Integrada. 

Posteriormente, en febrero de 2008 se registró una explosión y un pequeño incendio en el interior de la central, aunque por fortuna, sin víctimas que lamentar. Ese incidente casi coincidió  con el premio concedido a Iberdrola por la Junta de Andalucía, precisamente,  por la seguridad de central de Arcos. Sin embargo, los ecologistas consideraron el premio fuera de lugar porque las molestias a la población de la Vega de los Molinos, según No a las Térmicas, que se refería entonces a ruidos, humos, vapores, impacto visual y a la bajada de precios de las propiedades colindantes. No obstante, la Justicia nunca tuvo en cuenta las alegaciones y recursos de la plataforma, Ecologistas en Acción, Greenpeace y de la ciudadanía denunciando, entre otras cosas, que la central se proyectaba a menor distancia de la permitida por la Ley respecto a un núcleo urbano.

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