El temporal de lluvia volvió a hacer de las suyas, sobre todo en la barriada El Santiscal, donde las precipitaciones descargaron en torno a cincuenta litros por metro cuadrado en apenas unas horas.
La peor parte, una vez más, se la llevó esta barriada, convertida en un lago paralelo al embalse, sobre todo a la altura de la avenida principal. Al inundarse nuevamente los aledaños y los accesos del colegio El Santiscal, el Ayuntamiento dejó preparado un autobús para, llegado el momento, evacuar a los escolares, como ya ocurriera hace un año por el mismo motivo, una situación que se produjo finalmente junto al esperado embotellamiento de vehículos. En este sentido, el propio alcalde, José Luis Núñez, mantuvo un contacto permanente con la dirección del centro, como explicó a este medio. Al menos, en torno a las once y media de la mañana del martes, la evacuación parecía lo más probable con los autobuses de la empresa Valenzuela, lo cual se consumó.


Mientras tanto, sobre la misma hora se decidió activar el nivel uno de alerta en previsión de algunas inundaciones pero sobre todo por el temor a que la lluvia no cesara. Así se abordó en la propia Junta Local de Seguridad, reunida el martes para ultimar los preparativos de la Semana Santa y Toro del Aleluya.


Además, la lluvia provocó un pequeño desprendimiento a la altura de la calle Cabezo, donde la Policía Local tuvo que proceder al corte del tráfico de vehículos para impedir un accidente, de ahí que habilitara como alternativa la nueva calle Chiclana.


Respecto a las barriadas rurales, tuvo lugar el corte parcial del tráfico en la carretera que une Arcos y la Vega de los Molinos debido al barro acumulado por escorrentías, como también saltaron las tapas de los imbornales en lugares como Camino de las Nieves y la plaza de las Aguas.
La lluvia copiosa del martes provocó, por otro lado, la suspensión de un acto político del PP en la barriada rural de La Pedrosa, donde había previsto una visita para abordar, precisamente, el tema de las inundaciones.