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Arcos

“Si entro en política es porque las cosas no se hacen bien”

Entrevista a Diego Carrera, miembro de la candidatura del PSOE de Arcos

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Diego Carrera Ramírez, licenciado en Pedagogía, escenifica de alguna manera la renovación que el Partido Socialista de Arcos viene experimentando durante los últimos años. Su juventud, su tesón y su formación lo convierten en un valor en alza dentro del partido.  El candidato socialista a la Alcaldía de Arcos, Isidoro Gambín, confía plenamente en este nuevo fichaje que, en su faceta personal, trabaja como educador en un centro de internamiento de menores infractores en Puerto Real, y que en la política guarda una cierta tradición familiar vinculada a los ideales socialistas. Diego Carrera llega a la política con la ilusión de transformar la sociedad bajo un prisma de igualdad y solidaridad. Lo hace en tiempos difíciles para la economía y el empleo, lo cual no hace más que motivarle y estimularle para el desempeño de su misión política.

¿Cómo llega usted a la política? ¿Qué le empujó a este paso que dice mucho de su persona como implicada con la sociedad en la que vive?
—Me una una amistad con el candidato secretario del partido, Isidoro Gambín, que nació a través del deporte. Cuando fue delegado de Deportes coincidimos porque yo jugaba federado al fútbol-sala. Con el tiempo también coincidimos en nuestros planteamientos e ideales políticos. Fue entonces cuando decidí implicarme con el partido. Pero sobre todo me conmueve la intención de aportar e intentar cambiar las cosas. Es fácil criticar las cosas y no implicarse.  Me siento con ganas y veo un buen proyecto en el PSOE.


¿Por qué elige los valores del PSOE frente a otras opciones políticas que igualmente desean el cambio y transformar la sociedad?
—Provengo de una familia humilde y trabajadora. Mis padres han trabajado toda la vida y no siguen haciendo. Han luchado por sus hijos para cubrir sus necesidades. En mi casa siempre se ha palpado una ideología de izquierdas. Creo que el PSOE es el más cercano a los trabajadores y a la clase obrera. Tradicionalmente, ha sido un partido que ha luchado contra las desigualdades sociales y ha sido sensible con los problemas de la gente.



Hasta ahora, ¿cuál sido su experiencia en el ámbito político, en sus relaciones de partido, en sus primeras apariciones públicas, en su contacto con la gente ya como político…?
—Llevo poco más de un año en el partido. Como están las cosas, no se valora el hecho de estar y trabajar en política. Ello implica trabajo, muchas horas, alejarte de tu familia... Soy padre de un niño de 16 meses y es importante pasar tiempo con él y mi pareja, pero me queda la satisfacción de que me arropan e incluso colaboran conmigo. Me siendo apoyado por la gente que me quiere y me valora. Me valoran y me ven capacitado para luchar y trabajar por nuestro pueblo.


¿Qué opinión le merece el equipo de personas que le acompaña en su particular aventura electoral, comenzando por el candidato a la Alcaldía, Isidoro Gambín?
—Con Isidoro siempre utilizo la expresión que está en la calle: que Isidoro no es un político al uso. Creo que es el mayor halago que se le puede hacer.  Hoy día se mira a un político de forma negativa, como un demagogo, mentiroso, manipulador... La gente de la calle no relaciona a Isidoro con ese tipo de políticos. Lo consideran persona honesta, cercana a las familias, un luchador contra las injusticias... Creo que es el candidato más adecuado para gobernar Arcos. La gente que lo acompaña en la lista, en la misma línea; es decir, personas formadas, preparadas, con ganas de aportar, que quieren ser la voz del pueblo... Es un equipo que va a escuchar al ciudadano e intentar resolver sus problemas.


Usted es una persona especialmente sensible con los problemas sociales, algo que demuestra en su trabajo particular diario, además de guardar una sensibilidad especial ante la juventud. ¿Qué opina de la situación de los jóvenes, abocados a la emigración en estos tiempos y a una dudosa oferta laboral? ¿Cree que las administraciones públicas están dando respuesta de alguna manera a los problemas de la juventud?
—Creo que, históricamente, los jóvenes siempre han sido los grandes olvidados de la política. Sobre la juventud hay una etiqueta de vagos, que está siempre de botellona, la generación ni-ni, la generación perdida... No comparto eso. La emigración es en muchos casos la única salida que le queda a los jóvenes ante la situación actual. Tenemos la generación mejor formada, un capital humano muy importante para el desarrollo de nuestro país... Palpo que la juventud está tomando otro camino. Hay muchos jóvenes, algunos con casi treinta años, que están intentando cambiar la anterior situación; es decir, que ya no se van a las tejas y que quieren seguir estudiando.  Sin embargo, las administraciones públicas deben dotar económicamente las políticas que verdaderamente apuesten por los jóvenes.  Si no se dan recursos a los jóvenes, será muy difícil que cambien su situación. Se debería apostar por planes de autoempleo juvenil, apoyo a más proyectos, el fomento de la formación... y que los jóvenes sean partícipes de las decisiones que se tomen para ellos.


De ganar las elecciones el PSOE, usted podría ser, tengo entendido, el próximo delegado municipal de Servicios Sociales. ¿Cuál es su percepción de la gestión que realiza esta área municipal en pro de las personas, de las familias que peor lo están pasando en estos duros momentos? ¿Qué políticas incluiría en la gestión de la Delegación y, por qué no, qué suprimiría?
—Somos conscientes de la situación que viven las familias de Arcos, pero creo que habría que dar otro enfoque a Servicios Sociales, para que no sea la oficina del llanto de las familias, permitidme la expresión, porque las políticas sociales deben ser un derecho. No se puede tratar a las familias con migajas, aunque somos conscientes de que la ventanilla de Servicios Sociales es la primera que se visita en caso de necesidad. Isidoro Gambín ha planteado la creación de una oficina de solidaridad para el primer caso de necesidad que tengan las familias.  Hay que cubrir las necesidades primarias, pero hay que ampliar la perspectiva de Servicios Sociales, que debe ser algo más que un edificio donde te den cinco o seis días de trabajo. Debe ser una Delegación que abunde en la ayuda a la dependencia, con las personas en situación de desahucio, con quienes luchan contra la cláusula suelo de las hipotecas, con las familias, con los menores con problemas... Servicios Sociales debe abrirse un poco más teniendo en cuenta la situación, ayudando a las familias, los jóvenes y a los mayores. Una delegación pendiente a los problemas de todo el pueblo.  Para mi fue un poco frustrante ver cómo el equipo de Gobierno reunió a las personas para comunicarles que les pagarían el agua o la luz... Desde Servicios Sociales no se puede jugar con las penas de los demás y creo que aquel fue un acto que jugó con la dignidad de las personas.


Si tuviera que definir el trabajo político del actual ejecutivo PP-Ai-Pro, ¿qué diría?
—Mi percepción es totalmente negativa. Si me meto en política es porque las cosas no se están haciendo bien. Creo que PP-Ai-Pro gobierna a espaldas de los ciudadanos y que este mandato se caracteriza por los casos de enchufismo, subida de impuestos, subida de sueldos, sobresueldos, irregularidades como el caso del gasoil, la privatización de servicios públicos, promesas electorales incumplidas como el tema de las parcelaciones, etc.  Este Gobierno ha creado desigualdades y ciudadanos de primera y segunda a los que se da unos días de trabajo y a otros los buenos contratos.


¿Cómo es el Arcos que usted y los socialistas sueñan para el futuro?
—Arcos necesita un proyecto renovado y participativo, cercano a las personas. El pueblo debe estar gobernado por la transparencia, la participación y la solidaridad. Desde el PSOE queremos ser esa voz del pueblo y llevar a cabo sus iniciativas.

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