Los embalses de la cuenca Guadalete-Barbate se encuentran actualmente al 58,63 por ciento de su capacidad, almacenando 968 hectómetros cúbicos sobre sus 1.651 totales. Hace exactamente un año estaban siete puntos por encima, casi al 65 por ciento.
Por pantanos, el de Arcos almacena 12,73 hectómetros cúbicos (92,86 por ciento). Este embalse, como suele ser habitual, apenas ha cambiado sus registros, pues hace un año acumulaba la misma cantidad de agua. Cabría recordar que el de Arcos es un embalse servidumbre del de Bornos.
En el caso del embalse de Bornos, se encuentra al 44,50 por ciento de su capacidad, con 89 hectómetros cúbicos, casi cinco puntos por debajo de los registros de hace un año.
El de Guadalcacín almacena 437 hectómetros cúbicos, encontrándose al 54,63 por ciento.
Hace un año acumulaba 523 hectómetros cúbicos, casi siete puntos por encima de sus reservas de agua actuales.
El embalse de Los Hurones tiene ahora mismo 94 hectómetros cúbicos de agua (69,63 por ciento), para perder cuatro puntos respecto al mismo periodo de 2016.
Las lluvias han sido fundamentales para mantener los niveles en los embalses del término de Arcos, pero aún no ha terminado formalmente el invierno y con ellos las previsiones de lluvia. De hecho, a lo largo de esta semana se producirán nuevas precipitaciones que ayudarán a aumentar el volumen de agua embalsada. No obstante, a pesar de que el año pluviométrico está siendo positivo, ha llovido algo menos que el año pasado y eso pasa factura a las reservas. Sin embargo, no hay temor a restricciones ni para el consumo humano ni para la agricultura de la provincia; al menos por ahora.