Cambiar la tradición y los aspectos estéticos que rodean a la Semana Santa parece casi imposible en Arcos. Tras la reunión mantenida por el Ayuntamiento de la ciudad con el Consejo Local de Hermandades y Cofradías, se ha decidido que una cuadrilla de operarios limpie los restos de cera de cada procesión nada más producirse la recogida de los desfiles penitenciales; es decir, esta tarea, a diferencia de años anteriores que se aguardaba a la finalización de Semana Santa, se hará de forma diaria. Con esta medida el Ayuntamiento pretende evitar los múltiples accidentes que se vienen registrando año tras año y que no sólo han provocado daños físicos y materiales a los ciudadanos que los han sufrido, sino también las elevadas indemnizaciones que a este respecto viene afrontando el Consistorio. En resumidas cuentas, el Ayuntamiento dispondrá de 20.000 euros para el pago de la cuadrilla de trabajadores que desempeñen las tareas de retirada de la cera y la maquinaria precisa, así como de otros 20.000 euros para el pago de indemnizaciones como consecuencias de accidentes del año pasado.
Así pues, se implanta esta medida después de que la utilización de tulipas en los cirios de los nazarenos haya quedado descartada. Los hermanos mayores habrían decidido unánimemente que esta medida no se lleve a cabo argumentando que las tulipas no serían una solución para el derramamiento de cera a tenor del movimiento de los cirios.
El alcalde de Arcos, el socialista Isidoro Gambín, confiaba esta semana en que la nueva fórmula dé resultados positivos y no haya que lamentar ni accidentes de circulación ni resbalones, ni el pago de nuevas indemnizaciones. Hasta ahora, tanto los días de Semana Santa como los posteriores a la celebración se venía produciendo un elevado número de accidentes como consecuencia de un vehículo empotrado en una pared, la caída de una motocicleta, el resbalón de un ciudadano y otras situaciones derivadas de la acumulación de la cera en la vía pública.
Si bien la fórmula de las tulipas no está implantada en las ciudades donde la Semana Santa está arraigada, también es cierto que existe el dispositivo en empresas especializadas -un pequeño artilugio de plástico transparente. Sin embargo, también es cierto que la pavimentación de las calles de la ciudad, sobre todo en el casco antiguo, a base de piedra, hace que retirar la cera sea una tarea más dificultosa. No obstante, la Semana Santa de este año será en este sentido un banco de pruebas para comprobar si las tareas diarias de recogida de cera acaban siendo efectivas.