Fiscalía ha presentado su calificación por el caso del presunto parricida de Arcos, en el que un bebé murió asfixiado presuntamente por su padre, para quien solicita, como medida de seguridad, el internamiento en un centro psiquiátrico de carácter permanente y revisable.
No obstante, la Fiscalía, en su escrito de calificación al que ha tenido acceso Europa Press, al considerar la circunstancia de eximente incompleta del artículo 21.1 del Código Penal en relación con el artículo 20.1, contempla también una pena de 28 años y ocho meses de prisión por los presuntos delitos de asesinato -28 años- y malos tratos -ocho meses-, así como una indemnización de más de 88.000 euros.
Cabe recordar que, según el artículo 99 del Código Penal, en el caso de concurrencia de penas y medidas de seguridad privativas de libertad, el juez o tribunal ordenará el cumplimiento de la medida, que se abonará para el de la pena.
Además, una vez alzada la medida de seguridad, el juez o tribunal podrá, si con la ejecución de la pena se pusieran en peligro los efectos conseguidos a través de aquella, suspender el cumplimiento del resto de la pena por un plazo no superior a la duración de la misma o aplicar alguna de las medidas previstas en el artículo 96.3 del Código Penal.
Según ha adelantado Diario de Cádiz, sería la primera vez que se plantea esta medida de seguridad (el internamiento) con carácter permanente y revisable en un procedimiento tramitado en la provincia de Cádiz.
Además, ha indicado que, según fuentes de la Fiscalía, si en este asunto no se hubiese apreciado la eximente (incompleta) de alteración psíquica, la petición del fiscal hubiese sido la de prisión permanente revisable.
La Fiscalía da en su escrito como hechos probados que el hombre de 44 años de edad mantenía una relación de pareja de convivencia con una mujer de 30 años con la que tuvo un hijo. Así, en junio de 2017, cuando el hijo contaba con casi nueve meses, el acusado le tapó la nariz y la boca “con ánimo de acabar con la vida de su hijo”.
Además, presuntamente agredió con puñetazos y patadas a la mujer cuando fue a auxiliar a su hijo, y lejos de atender a los requerimientos de la mujer “apretó la cara del bebé contra su pecho, lo asfixió y lo dejó en el suelo”.
Según señala la Fiscalía en su escrito, el acusado en el momento de cometer los hechos creía recibir mensajes en su teléfono móvil que le decían que “tenía que asfixiar al bebé”, “que pronto llegaría el Apocalipsis”, “que había una red extranjera compuesta por falsos apóstatas que sabían que el Armaggedon estaba cerca”, así como que “tal como recibía los mensajes y los aceptaba en el móvil se borraban”.
Una vez que la Guardia Civil se personó en el domicilio, el acusado dijo a los agentes que “sabía lo que había hecho” y que “lo único que quería era tirarse por la Peña” , según el escrito del fiscal.