La Marea de Pensionistas de Jédula, en colaboración con la de Arcos, reunió el pasado viernes en la barriada una considerable cantidad de vecinos en protesta contra los recortes en las pensiones públicas. Según la organización, fueron alrededor de 200 los mayores que apoyaron con su presencia la movilización.
La manifestación partió desde la plaza Diputación haciendo un recorrido por las calles y volviendo al lugar de origen, donde se leyó un manifiesto que decía:
“Estos días atrás hemos podido contemplar lo que ha sucedido en el Congreso de los Diputados. Una de las ocasiones más importante para representarnos se convirtió en un erial de parlamentarios, salpicados aquí y allá por el aforo, claramente desinteresados por la situación del país y de sus ciudadanos.
Lo que decimos es que algo tan importante para más allá de nueve millones de españolas y españoles, sin contar las personas que dependen de éstas para sobrevivir, lo que nos llevaría a duplicar la cifra e incluso más, non han demostrado que somos un mero trámite que ni merecemos respeto ni atención ni esfuerzo.
Al Partido Popular le decimos que, aun con esos intentos de guiño como unas gracietas en forma de aplazamiento del factor de sostenibilidad, un IPC que te doy pero ya veremos, y algún otro..., decirle que nos sabemos todos los trucos y engaños que ese oficio conlleva y somos unos expertos en ver más allá de lo representado.
A Ciudadanos, que para hacer méritos lo único que hizo fue reír las gracias del Partido Popular sin tener en ningún momento un proyecto ni proposición para la salvaguarda a nuestro Sistema de Seguridad Social, ni uno.
Al PNV, que gracias a la presión de la ciudadanía en las calles, ha conseguido una partida presupuestaria por valor de la subida del IPC del resto de las pensiones y además la libertad de un preámbulo para el nuevo Estatuto de Autonomía Vasco, y de ambos casos tendrán que rendir cuentas al pueblo vasco.
Entonces la pregunta es: ¿el Congreso de los Diputados es para resolver los problemas de la ciudadanía o para negociar y mercantilizar con nuestros problemas?
Nos hemos quedado con una escenificación de un burdo engaño con promesas vacías, pues la subida del tres por ciento para pensiones mínimas nos lo quitan de la miseria más absoluta, todas las demás subidas por debajo del IPC sigue sumando perdida de poder adquisitivo que se sufre desde el 2011; el 90 por ciento de las viudas no van a ver mejoradas sus pensiones, y la famosa exención del IRPF no es tal.
Ninguna de las medidas, además, se prorrogarán más allá de diciembre del 2018, así que no sirven para solucionar el problema del Sistema Público de Pensiones, ni por supuesto la de millones de pensionistas, ni mujeres, ni desempleados, ni enfermos.
Como ni nos han representado ni nos representan, vamos a seguir luchando fuera de los escenarios. En el verdadero escenario de la realidad, que es la calle, para defender nuestros derechos, para rescatar de estos malos actores nuestro protagonismo en la vida y en la sociedad y para ocupar la escena en el lugar que nos corresponde.
Somos más y más numerosas y numerosos. Tenemos suficiente sabiduría para saber todos vuestros trucos y no vamos a elegiros nuevamente para subir al escenario. Seamos la gente de la calle la que decidamos quiénes nos debe gobernar, quiénes nos debe representar.
¡Si queremos tener pensiones dignas mañana, las tenemos que defender hoy!
¡Por unas pensiones dignas!”, concluye el manifiesto.