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Ahora que las aguas van volviendo a su curso...

Artículo de opinión de Juan Antonio Criado

Publicado: 07/12/2023 ·
08:38
· Actualizado: 07/12/2023 · 08:38
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  • Pedro Sánchez. -

Ahora que las aguas van volviendo a su curso, tras la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno y el nombramiento de sus nuevos ministras y ministros no estaría de más hacer una pequeña recapitulación de lo que ha podido pasar en esta piel de toro para que, signos y símbolos olvidados en la memoria colectiva, hayan querido protagonizar la vida pública española.

Tras las elecciones municipales y, en algunos casos, autonómicas, todo parecía indicar que el camino estaba trillado para que la derecha accediera al poder bien sola o acompañada y de la mano de la extrema derecha, como había pasado en ayuntamientos y comunidades autónomas. En ambos escenarios el objetivo que iban a enarbolar era el mismo: “desmantelar el sanchismo”. Esta frase acuñada como marketing, en el fondo, venía a demonizar la política realizada durante la crisis de la pandemia y la guerra, personificándola en la figura de Pedro Sánchez. Pero realmente ocultaba las intenciones de aplicar nuevamente políticas de recortes con los sectores sociales más desfavorecidos y, sobre todo, volver a entender que el Estado es un trampolín para negocios particulares.

Sánchez, contra todo pronóstico, convocó elecciones generales, a sabiendas, posiblemente, de que en pocos días los grupos de gobierno de ayuntamientos y comunidades autónomas empezarían a desplegar todo ese abanico de políticas en contra de derechos sociales, de colectivos como mujeres, personas del colectivo LGTBI, migrantes, parados, etc. Y así fue. Ante ello, viendo lo que podía ocurrir a nivel de Estado, una parte importante de la sociedad se movilizó y lo que las encuestas preconizaban como una victoria por goleada (sirva el símil futbolístico) se quedó prácticamente en un empate que debía ser discernido en los campos de Cataluña y País Vasco. Y en esa liga el PP, por mucho apoyo que tenga de la ultraderecha, no puntúa.

Por ello, Sánchez ha sido investido y ha formado gobierno. Un gobierno que, no exento de polémica, se ofrece como un garantista del progreso para la sociedad. Ahora, esas personas que se movilizaron para parar un gobierno reaccionario esperan que las políticas de progreso y mejora lleguen a sus pueblos.

En Barbate hay suficientes temas que pueden ser atendidos desde el gobierno de España, aunque la mayoría de la vida de la ciudadanía está más sujeta a las políticas del liberal conservador Moreno Bonilla en la Junta de Andalucía, con competencias en sanidad, empleo, educación, prestaciones sociales, etc. Sin duda, este gobierno y los grupos políticos que lo apoyan (PSOE y SUMAR) deberían establecer unas líneas de comunicación con la sociedad civil y autoridades locales para ver en qué medida se pueden desbloquear temas como las compensaciones más que justas del Campo de Tiro del Retín, los problemas de la pesca, la atención a la infancia y juventud en riesgo de exclusión, la vivienda como derecho, entre otras. Barbate lo necesita y la gente que se movilizó en el pueblo merece ser tenida en cuenta. Y seguro que será la mejor forma de callar a esas mentes trasnochadas, por mucho ruido que quieran hacer.

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