Ha denunciado que será como vivir en un "Scalextric" rodeados de máquinas que no paran de hacer pruebas de velocidad y resistencia
El exparlamentario andaluz de IULV-CA y presidente de honor del Partido Comunista de Andalucía, Antonio Romero, ha calificado el proyecto de construcción del anillo ferroviario en Antequera (Málaga) como un regalo envenenado por parte de la exministra de Fomento, Magdalena Álvarez.
Según ha explicado a Efe Romero, su formación presentará hoy un escrito, a modo de denuncia, ante la Fiscalía de Málaga para pedir un estudio de medio ambiente ya que, según ha dicho, el anillo ferroviario tendrá impactos desfavorables en materia ambiental, empleo y salud en la comarca.
El exparlamentario ha mencionado que los 7.000 puestos de trabajo que Magdalena Álvarez aseguró que crearía este proyecto "son mentira" ya que, como mucho, se crearán algunos empleos de baja cualificación y relacionados con la construcción puesto que el resto del trabajo lo realizaría la maquinaria pertinente.
En materia de salud y medio ambiente, Antonio Romero ha declarado que la huella sonora que producirán las máquinas que trabajarán a 500 kilómetros por hora "será terrible" y producirá más decibelios de los permitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que tiene un límite de 65 decibelios.
Otras de los puntos negativos de la maquinaria será la contaminación acústica que producirá posibles problemas auditivos entre la población, incluso sordera.
Por ello, Romero ha denunciado que será como vivir en un "Scalextric" rodeados de máquinas que no paran de hacer pruebas de velocidad y resistencia.
El presidente de honor del PCA también ha señalado que habrá zonas de la comarca, como Humilladero, Mollina y Los Carvajales, que parecerán campos de concentración al estar rodeadas de alambradas y terraplenes y, todo ello, sumado con el trabajo de las maquinarias, será negativo en el turismo de la zona y la compra de viviendas.
El escrito también argumenta que humedales como la Laguna de Fuente de Piedra, Herrera y La Ratosa se verán afectados con este proyecto junto a numerosos arroyos, se destruirán 140 hectáreas y perjudicará notablemente al sector agricultor.
Antonio Romero ha mencionado que existen lugares en España que tienen mejores condiciones para albergar este proyecto puesto que los criterios de selección a la hora de elegir la zona deberían atender a que no tengan repercusión de medio ambiente, agricultura o fauna y flora, entre otros.