En este sentido, una de las principales apuestas giraron en torno a la modificación de la actual normativa comercializadora, en aras de incluir a las asociaciones de consumidores en los ámbitos de negociación de los precios. “Es imprescindible que los dos eslabones de la cadena, productores y consumidores, cuenten con representación para luchar por unos precios dignos”, resaltó el secretario general de COAG, Miguel López.
En este punto, el responsable resaltó la necesidad de adaptar los índices de cotización de los ganaderos a los niveles de producción, que debido a la crisis generalizada han descendido. Asimismo, luchar por un contrato ‘tipo’ que fije unos precios para la leche acordes con los costes de las explotaciones.
REPRESENTATIVIDAD
El número de fincas caprinas que acoge Andalucía, más de 8.000, y la alta representatividad del sector circunscrito a esta zona tanto a nivel nacional como europeo, han favorecido la concesión de ayudas por parte de la Junta de Andalucía, valoradas en más de 40 millones de euros para todo el sector. A su vez, se han habilitado créditos sin intereses por valor de 106 millones, según explicó la directora general de Producción Agraria, Judit Anda.
Por su parte, la concejala de Agricultura en el Ayuntamiento de Antequera, Lola Quintana, aplaudió la puesta en marcha de este tipo de iniciativas, destacando el papel de Antequera en la ganadería caprina, al contar con más de 40.000 cabezas y 70 explotaciones.
Sobre los sistemas de identificación, los profesionales apostaron por métodos electrónicos que eviten el uso del bolo ruminal. En este sentido, Antonio Rodríguez, responsable del sector ovino y carprino en COAG, resaltó la flexibilización de la normativa que obligaba a utilizar este último método a nivel europeo. “La Junta de Andalucía nos está apoyando y ahora sólo hace falta que el Gobierno central también nos escuche”, concluyó.