De verdadera mala suerte se puede catalogar lo que le pasó al conjunto arcense de la Categoría SNP 500 en la fase final del Campeonato Internacional de pádel celebrado en la capital del Turia el pasado fin de semana, adonde acudieron los 20 jugadores seleccionados por Ramón López Hueso dispuestos a reeditar los éxitos del pádel local de este verano en Marbella, lo que le dio la plaza para estar en Valencia.
En la jornada del sábado, los gaditanos derrotaron sin excesivos problemas a los dos rivales que se interpusieron en su camino hacia las semifinales: primero a los suecos del Team Sweden 2 Men por un incontestable 10-2 y, posteriormente, a los pontevedreses del Figueiroa Deportivo ‘A Estrada’ por un marcador más ajustado de 7-5.
Los andaluces elegidos por Ramón López para la semifinal del domingo a las 10:30 h se fueron bastante pronto a descansar, velando armas para intentar dar la campanada y derrotar a los murcianos y a quienes se pusiesen por delante, pero el guion escrito fue demasiado cruel con los arqueños, que estaban saboreando la posibilidad de vencer a su rival y poder lograr el pase a la gran final en el partido decisivo contra los murcianos del Decomasán Aula+Alevosos Nueva Flota para seguir contando con opciones de clasificarse, pero se dieron de bruces con la realidad. “La experiencia ha sido espectacular y el equipo ha estado genial. Además, nos han obsequiado con diversos regalos, por lo que no podemos estar más satisfechos, pero si nos hubiesen ganado por un marcador claro y contundente y ves que nuestros rivales son mejores que nosotros, pues aceptas la derrota y ya está. Lo que ha ocurrido es más doloroso todavía porque los murcianos no han demostrado ser ni mejores ni peores que los arcenses sino iguales, pero lo teníamos hecho y lo perdimos”, se desespera el capitán y jugador del equipo andaluz. “Hay que saber cerrar los partidos, pero la pala pesa mucho cuando te falta un punto para terminar y el brazo se te encoge una barbaridad. No ha sido por falta de ganas ni de interés porque yo vengo ronco y después ocho horitas de coche para abajo, que llegamos cerca de las diez y media de la noche”, admite el capitán arcense, que no tiene dudas de que “vamos a seguir desarrollando nuestras capacidades deportivas en una especialidad que se ha consolidado en Arcos como una de las que cuenta con más y mejor número de practicantes, lo que nos convierte en un colectivo verdaderamente competitivo”.