Irene García ha decidido no presentarse a la reelección como secretaria provincial del PSOE de Cádiz en el congreso que la formación celebrará el próximo 18 de diciembre. Según fuentes socialistas, el paso al lado que da la actual responsable del partido ha sido muy meditado y valorado igualmente con los miembros más cercanos de la dirección y el líder socialista andaluz, Juan Espadas, con el objetivo de recomponer la unidad interna, rota a raíz del congreso federal de Valencia.
Para el cónclave, el alcalde de San Roque y actual vicesecretario provincial del PSOE, Juan Carlos Ruiz Boix, encabezó una lista alternativa a la liderada por Irene García para la elección de los delegados que finalmente se impuso por un estrecho margen de unos 300 votos en las elecciones del pasado 26 de septiembre.
Tanto antes como después de que la militancia acudiera a las urnas, la también presidenta de la Diputación Provincial de Cádiz, apeló a encontrar espacios de consensos. En víspera de las votaciones señaló que “la amenaza de fractura de la unidad interna debilita a todo el proyecto socialista, desde La Moncloa hasta Trebujena” y llamó a la “responsabilidad” para reconstruir después la “cohesión en torno a Juan Espadas. Tras conocerse los resultados de la consulta, expresó su compromiso para “conseguir que la unidad siga siendo un valor que refuerce al PSOE de Cádiz”.
En coherencia con la línea mantenida hasta ahora, Irene García tiene previsto anunciar de forma oficial en las próximas horas que no formalizará su candidatura el próximo 8 de noviembre, justo un día después de que se celebre el congreso regional, fecha marcada en el calendario de la organización del congreso para quienes se postulen como aspirantes a la secretaría provincial.
La dirigente socialista adopta esta decisión con generosidad a pesar de contar con el respaldo expreso de Espadas al término de una reunión de tres horas de duración y haber recibido el espaldarazo en Valencia con la inclusión de ella misma en el Comité Federal de Pedro Sánchez y de hasta cinco de sus delegados (José María Román, Carmen Castiñeira, María Jesús Castro y Rafael Román) frente a solo uno de la lista alternativa del alcalde de San Roque (Fran González).
Asimismo, la maniobra trata de evitar un choque de trenes, como el que protagonizó Francisco González Cabaña, quien con su espantada de la Ejecutiva de José Antonio Griñán en el año 2010 perdió la confianza de las filas socialistas.
Precisamente, Irene García accedió a la secretaría general en el congreso provincial que relevó a González Cabaña, quien no se presentó finalmente. La actual líder socialista se impuso entonces por algo menos de 50 votos al entonces alcalde de Barbate, Rafael Quirós.
Ya instalada en el puente de mando del partido, se afanó en apretar filas y, no en vano, logró revalidar su cargo en 2017 sin que hubiera otro candidato, toda vez que Jesús Ruiz Cayuso, militante del PSOE de San Fernando, no alcanzara los avales necesarios para disputarle el liderazgo.
Con la renuncia a renovar su cargo, Irene García completará un ciclo de nueve años como máxima responsable del PSOE en la provincia de Cádiz. Durante este tiempo, los socalistas se han impuesto en nueve de las diez citas electorales celebradas (menos en las generales de 2016, en las que Pedro Sánchez se presentaba por primera vez, cuando prácticamente se alcanzó un empate técnico con el PP).
Además, ha sido la primera mujer en acceder a la secretaría general del PSOE en la privincia y también en presidir la Diputación de Cádiz, donde gobierna desde el año 2015.
Alcaldesa de Sanlúcar desde 2007 hasta 2013, fue asimismo la regidora más joven de las poblaciones españolas de más de 50.000 habitantes.
Se da la circunstancia de que siempre que ha podido gobernar ha gobernado y lo ha hecho mostrando capacidad para alcanzar acuerdos de gobierno y programáticos con otras formaciones políticas.
