Mañana,
Día Internacional de la Discapacidad, la ciudad quiere derribar los muros que construyen los estigmas. Esos prejuicios son los únicos que no permiten avanzar a un sector de la población que no se va a dar nunca por vencida hasta que se valoren todas sus capacidades. En la plaza de la Catedral,
desde las 11.00, horas hasta las 14.00, habrá estands, batukada, perfomance y zambomba.
Adrián Charlo, trabajador social de FAEM, explica que lo que buscan con este evento es
“mostrar una imagen positiva de la discapacidad para eliminar los estigmas”. La batukada y la performance estarán protagonizadas por personas con problemas de salud mental de la asociación.
“Tienen pasión por lo que hacen”, explicó.
Charlo derriba el estigma más extendido de que las personas con problemas de salud mental son agresivas.
“No hemos tenido problemas. Al revés, no paran de abrazarnos”. Además, tiene claro que
“necesitamos una conciencia colectiva, porque le puede pasar a cualquiera”. Y dejó un dato revelador: “Uno de cada cuatro personas tiene problemas de salud mental. Hay personas sin diagnóstico”.
En la misma línea,
Francisco Javier San Sabas, neuropsicólogo de Adacca, afirma que nadie está a salvo y
“en un segundo te cambia la vida”. Las personas con daño cerebral adquirido
“tienen que volver a adaptarse a la sociedad y, en muchos casos, tienen que dejar sus vidas y trabajos y hacer rehabilitación de por vida”. También alertó del mayor problema que encuentran: “Los ven andar y hablar normal y no se dan cuenta de que tienen problemas a la hora de tomar decisiones.
El daño cerebral no se ve”.
Finalmente,
Paloma Piñero, coordinadora de programas de la Asociación Cádiz y Bahía Lejeune, afirma que
contratar a una persona con discapacidad “es enriquecedor tanto para la persona contratada como para sus compañeros”. Y sentencia: “Luchamos por su autonomía, y qué mejor manera que trabajando y sintiéndose útil”.