El Cádiz cayó derrotado ante el Mallorca por 2-1 en un partido en el que ganar los tres puntos suponía respirar y acercarse a la salvación. Los amarillos comenzaron muy bien y en pocos minutos se adelantó en el marcador con golazo de Rubén Alcaraz, sin embargo, dos jugadas claves sentenciaron a los amarillos. Dos penaltis, a cuál más injusto, volcaron el marcador a favor de los locales. El conjunto gaditano peleó hasta el último suspiro de partido, pero no hubo forma de volver a mover el marcador.
Salió Sergio González con un once en el que apostó por algunos jugadores que habían disputado la Copa del Rey ante el Valencia y otros que habían sido reservados especialmente para este encuentro. En portería, como siempre, Conan Ledesma. Más adelante, línea de cuatro con Iván Alejo, Alcaraz, Álex Fernández y Salvi Sánchez a pierna cambiada. Finalmente, dos hombres en ataque, Álvaro Negredo y Lucas Pérez.
Empezó muy bien el Cádiz. Apostando todo al ataque y obtuvo recompensa muy pronto. Tan solo ocho minutos fueron suficientes para que los amarillos, a través de Ruben Alcaráz, se adelantaran en el marcador. Una asistencia de Iván Alejo y una perfecta definición terminaron traduciéndose en un golazo. Sin embargo, tras varios saques de esquina a favor del conjunto mallorquín, llegó la jugada del gol local. Brian Oliván se adentró en el área e Iván Alejo rozó al jugador, que cayó al suelo. El árbitro no dudó, penalti a pesar de que el contacto fue insuficiente para que el catalán cayera al suelo. El contacto existió, y aunque el cadismo sufre al pensar que jamás se hubiese pitado penalti a favor en esa jugada, Alejo estuvo torpe al dar un motivo para pitar penalti. Salva Sevilla subió el empate al marcador desde los once metros.
Tras el gol, el Cádiz se vino abajo y no parecía el mismo equipo que saltó al campo. Los locales se iban haciendo fuertes con el paso de los minutos. Kubo realizó una gran jugada que pegó en el poste. Pero no fue el único balón que pegó en los palos. También Ángel tuvo un doble golpeo en los postes al borde del descanso. Las intervenciones de Ledesma fueron vitales en la primera parte para que los amarillos llegaran vivos al ecuador del partido. Un disparo de Muriqi también hizo temblar a los cadistas. Por parte de los hombres de Sergio González, tan solo hubo una ocasión, de parte de Alcaraz nuevamente, pero Sergio Rico evitó que el Cádiz desnivelara el marcador. Con el empate 1-1 se fue el partido al descanso. La segunda parte tuvo un inicio accidentado para Víctor Chust tras un choque con Muriqi. Afortudamente, el madrileño pudo volver al terreno de juego tras varios minutos y con un aparatoso vendaje en la cabeza.
Y si el penalti señalado en el primer tiempo enfadó a los aficionados amarillos, el señalado a Ledesma por falta sobre Ángel cuando el guardameta salió a despejar el balón incendió ya definitivamente al cadismo, que veía cómo las decisiones arbitrales pusieron fin a toda esperanza por conseguir los tres puntos en un partido decisivo para pelear por la permanencia.
Ya con toda ilusión rota y la impotencia de unos jugadores que vieron cómo el partido se les fue en dos jugadas claves y con altas dosis de injusticia, los amarillos no se derrumbaron y pelearon hasta el final. Iza Carcelén se encontró con un buen balón en el área, pero el disparo no fue lo suficientemente fuerte para poner el apuros al conjunto mallorquín. Ya no había nada más que hacer, el Cádiz perdió fuelle en ataque y el Mallorca aprovechó dos jugadas claves para ponerse por delante en el marcador y llevarse tres puntos más que deja aún más hundido al equipo gaditano.