El jefe del Gobierno de poder compartido entre católicos y protestantes se dio seis semanas de plazo para dejar que los organismos de control investigasen hasta qué punto estaba al corriente de las sumas de dinero que su esposa Iris entregó a un ex amante.
Según declaró ayer Robinson, vuelve al cargo porque las indagaciones de un experto legal privado han demostrado que no violó el Código Ministerial de Conducta.