La asombrosa 'Catedral' de las almadrabas abrirá sus puertas en Conil el año que viene

Publicado: 09/12/2022
El proyecto del Museo del Mar y las Almadrabas encara su recta final con las obras de climatización y musealización del espacio ubicado dentro de La Chanca
“La Chanca es el espacio que simboliza la razón de ser de Conil desde su nacimiento. Pero también en el que vamos a proyectar el Conil del futuro”. Esta frase resume el objetivo de uno de los grandes proyectos que verán la luz el año que viene y que ha entrado ya en su fase final. Hablamos del Museo del Mar y las Almadrabas que se está construyendo en La Chanca. Un proyecto ambicioso y colosal… “Está la Catedral del Mar y nosotros contaremos con la Catedral de las Almadrabas”, nos comenta, visiblemente emocionada e ilusionada, Anabel Moreno, concejal de Cultura, con quien hemos quedado para que nos explique un poco más a fondo esta iniciativa que “supondrá un antes y un después” en el ámbito cultural y turístico de la localidad.

Antes de continuar, merece la pena reseñar el entusiasmo con el que transmite Anabel Moreno los pormenores de este proyecto, reflejo de la ilusión que genera y también del arduo trabajo que ha conllevado y conlleva esta apuesta municipal.



“Hace unas semanas tuvimos una reunión de coordinación entre las empresas que se van a encargar de finalizar el proyecto del Museo del Mar y las Almadrabas”, comienza Morena para añadir que se trata de “un proyecto que consta de dos fases. Por un lado las obras del museo que ya se han desarrollado con una financiación íntegramente municipal con un importe de más de 600.000 euros. Y por otro lado, una vez finalizadas estas obras, se ha comenzado la siguiente fase que es la de climatización y el proceso de musealización de este espacio, con un importe de 76.230 euros procedentes de la subvención ITI dedicada a la creación o adecuación de espacios o inmuebles para el impulso de recursos culturales en municipios gaditanos”.

Este proyecto “lo hacemos pensando, como siempre, en la gente de Conil. Queremos que se vea reflejada la esencia de nuestro pueblo. La pesca, la almadraba, la huerta, oficios como la madera de ribera… la idea es que cuando un vecino o vecina entre en este espacio se sienta identificado, al tiempo que nos aseguramos de que el turista cuando llegue pueda conocer mucho mejor lo que es nuestra cultura, nuestra idiosincrasia y nuestra historia”.

Marcará un antes y un después

Anabel Moreno insiste en que “el proyecto marcará un antes y un después en la actividad cultural en nuestro municipio, porque se están recuperando piezas de enorme valor arqueológico como son las pilas de salazón y otros restos que se han ido localizando y que actualmente están en el Museo Arqueológico de Cádiz, y que la intención es recuperarlos”.

No en vano, “la verdad es que es un reto muy bonito y que desde el equipo de Gobierno nos lo hemos tomado con muchísima ilusión”.

Un proyecto que, si se cumplen los plazos y no hay imprevisto, “verá la luz el año que viene y es un proyecto que va a sorprender mucho a los visitantes porque estos muros de la Chanca encierran el origen de nuestra historia y de nuestra identidad como pueblo, algo que se verá reflejado en el museo. Y también porque no es un museo tradicional o al uso, no se trata de paneles expositivos y vitrinas, sino que se creará un espacio de sensaciones inmersivas, en el que el visitante podrá vivir una experiencia didáctica y novedosa durante el recorrido por sus diferentes salas. Se trata de una experiencia inmersiva en la cultura y en las tradiciones conileñas”.



“Va a ver mucho de show, de espectáculo, de escenografía”, explica la edil con entusiasmo.

También es un proyecto que conjugará “perfectamente el pasado, el presente y el futuro de la Chanca, contribuyendo a que siga siendo un referente cultural y turístico en la provincia de Cádiz”.

La idea surgió hace bastantes años. “La Chanca ha tenido diferentes vidas. Sirvió de almacén, de cuartel en la Guerra Civil… y en 2008 fue cuando se inició el proyecto de restauración de este conjunto arquitectónico que hemos dedicado exclusivamente a la cultura, dándole el lugar que se merece”, nos comenta la edil.

De hecho, en La Chanca podemos encontrar, en sus 7.500 metros cuadrados, la biblioteca, salas expositivas, salas de conferencias, centros de interpretación y “nos quedaba una zona que quedaba por reformar. Para ello se logró una subvención por concurrencia competitiva en 2018 y desde entonces trabajamos en este proyecto”.

Es un logro enorme. “Es el espacio más emblemático de Conil. De aquí surgió todo, la economía, el pueblo.  Creo que es un reflejo clarísimo del lugar privilegiado que debe ocupar la cultura”.

A diferencia de los centros interpretativos, que son “más tradicionales, con sus paneles informativos, este museo es una vivencia”.



Por ejemplo, contará con una sala en la que “se podrá vivir en primera persona lo que es una levantá de atunes a través de proyecciones, de sonidos, de olores… es un espectáculo. No tiene nada que ver con la idea de museo que tenemos en la cabeza. Está la Catedral del Mar y nosotros tendremos la Catedral de la Almadraba, va a ser espectacular”.

Un paseo por sus innovadoras salas

Como se ha mencionado, el museo contará con distintas salas. Así, la recepción o entrada es la sala ‘Los más bellos atardeceres’, que será “un espacio de bienvenida, que ayudará al visitante a localizarse espacialmente tanto en el edificio como en Conil. Para ello contaremos con una gran maqueta de Conil y su municipio, puesta en vertical sobre el muro de entrada frente al mostrador, con audiovisuales insertados con imágenes y localizaciones de los bellos rincones que esconde esta tierra”.

Luego está la sala ‘Del mar y la tierra’, donde desde “desde el minuto uno empieza el espectáculo, como una prolongación del concepto de ‘Mosaico de Paisajes’, el visitante se verá inmerso en un show audiovisual de paisajes que nos llevarán desde las profundidades del mar, hasta las campiñas de huertas y cereales. Todo un viaje de belleza de paisajes, de riqueza de productos alimenticios y de sabores”.



De ahí se pasará a la sala ‘Sabores del Alma’, y es que “tras haber conocido la riqueza de esta tierra, pasamos a presentar su riqueza gastronómica, ya que la segunda parte de la sala estará dedicada a un show gastronómico de proyecciones tipo ‘mapping’ sobre unas mesas pensadas para que los comensales interactúen de forma virtual con ellas”.

En la sala Madera y Sal “cambiamos de escenario…del escándalo de sensaciones de sabores y paisajes, pasamos a la tranquilidad de un bosque y al salir de él nos encontramos en medio de un taller de carpintería de ribera, más sosegado, más tranquilo, ya que aquí se enseñará cómo se trabaja la madera despacio y con cariño…tal y como se hacían las cosas antaño. Este espacio tendrá mucho de orgánico y de escenografía artística, gracias a las embarcaciones en cuaderna viva suspendidas del techo, y de las orgánicas mesas de madera en las que se explicarán las herramientas y las distintas fases de elaboración de una embarcación. Como expuestos en un escaparate, se podrá ver el taller de carpintería, en vivo y en directo, donde estarán trabajando los carpinteros de ribera, y al que podrán acceder los visitantes para interactuar con ellos”.



En la sala ‘El Ciclo de la Vida’  “volvemos a sumergirnos en una vorágine de acción…nos hemos transformado en un atún, y lo acompañaremos en su viaje lleno de instinto y supervivencia, que le lleva a realizar un periplo de miles de millas marítimas, para reproducirse en las aguas que lo vieron nacer… pura poesía. Pero en este viaje se interpone el hombre, que tiene que salir a la mar para ganarse el pan. Esto es el Ciclo de la Vida, puro espectáculo y por eso proponemos narrarlo con un Gran Show Inmersivo 360º, en el que viviremos todo el periplo desde el punto de vista de un atún”.

Llegamos a la sala ‘El Ronqueo’ que será “un espacio audiovisual y sonoro en el que veremos, en múltiples pantallas, una escena de ronqueo; y con un cuidado sonido ambiente, se recreará el sonido, tan característico, del Ronqueo. En el centro, se proyectará un mapping, sobre una figura de un atún con el que se explicará la técnica del Ronqueo. Siguiendo con el concepto de espectáculo proponemos aquí dos espacios sensitivos y artísticos, destinados a todos los públicos (sobre todo pensados para la accesibilidad), que recrearán unas escenografías de Redes y Madera y una Cueva de Sal, para que el público viva una experiencia diferente”.



Tras la misma, llega la sala ‘Un pasado vivo’ donde “volvemos a la tranquilidad y a un espacio más expositivo que sensitivo. Esta sala estará dedicada plenamente a aspectos más históricos y arqueológicos. Mediante la exposición de piezas arqueológicas y de bandas gráficas con dibujos, se narrará la vinculación de esta tierra con la costa y la pesca del atún, desde el Neolítico hasta la actualidad”.

La visita aún no ha acabado

Y llegamos a la salida, en la que el mobiliario se pondrá a disposición de su función como tienda, y dónde la señalética tendrá un peso especial para incidir en el visitante de que la visita aún no ha terminado.

Habrá una sala Chill OUT denominada ‘Planifica tu estancia’ ya que “de cara al futuro uso de La Chanca como espacio de dinamización de proyectos de turismo activo, queremos crear este pequeño espacio con sillones, música, pantallas con imágenes de Conil, zona de juegos para niños… Pero lo más significativo es que dispondrá de información turística en formato de códigos QR, que el público podrá descargarse en sus móviles para organizar sus rutas turísticas y los días que vayan a pasar en Conil. … Y dicho sea de paso… será un espacio para descansar, ya que, en este punto, el público llevará ya unos 45 minutos de visita y todavía le queda ver el último espacio de La Chanca, para nosotros uno de los más importantes de nuestra propuesta”.



Se refiere a la sala ‘Memoria viva de Conil, una sala de las más importantes porque  “aquí vamos a dar voz a toda la cultura, arte y tradición de los habitantes de Conil a través de un montaje artístico de fotografías y audiovisuales donde los vecinos nos hablen de sus vidas y sus trabajos en las almadrabas, en la lonja, en el puerto, en el huerto… toda una Memoria Viva que no se puede perder y que queremos recuperar en este espacio”.

Sin duda, como afirma Anabel Moreno, “es todo un reto, no solo por las dimensiones del espacio, que es enorme, sino por todo lo que queremos contar y narrar. Es un logro enorme. Este es el final, pero llevamos muchos años de trabajo”.

Tal y como señala el proyecto, elaborado por HD Faber, “el edificio de la Chanca, que data nada menos que del siglo XVI, tiene un gran valor histórico y arqueológico. Su valor radica en ser esencialmente el origen de la ciudad de Conil, ya que constituía el centro productivo principal del que dependía la economía de la población”, pero “es al mismo tiempo contenedor y contenido, ya que parte de lo que se quiere explicar es la propia evolución del edificio y su relación con la ciudad de Conil, y su sociedad y estructura productiva a lo largo de la historia”.

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