Fran González está moderadamente satisfecho de su gestión en Zona Franca. Hace unos días, inauguró el Centro de Perfeccionamiento del Servicio Marítimo de la Guardia Civil y el Grupo Marítimo del Estrecho en el edificio en cruz en la zona de la antigua Altadis. La construcción de la sede de Incubazul, cuyo proyecto está teniendo una muy buena acogida y ya es referente en economía azul, avanza a velocidad de crucero, como las obras de reurbanización del polígono exterior. Además, ha adjudicado la construcción de un hotel para complementar los servicios que ofrece el Consorcio y e impulsa con Ayuntamiento y Ministerio de Hacienda la construcción de 800 viviendas en la finca de la antigua Navalips. Pero es ambicioso. Con las cuentas saneadas, el nuevo recinto fiscal de la Bahía de Algeciras es la apuesta definitiva, dice, para cohesionar la provincia y mirar hacia Latinoamérica y África para captar inversiones.
¿En qué situación se hallan las negociaciones para la permuta del suelo para el hospital de Cádiz?
–(La anterior delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Cádiz) Ana Mestre llegó a plantear que hubiera una cesión, cosa que se demostró que era inviable puesto que tanto el Tribunal de Cuentas como la Intervención General del Estado han señalado que la inversión realizada por Zona Franca debe tener un retorno. Dicho lo cual, le enviamos por dos ocasiones el expediente completo de esos suelos, tantos los espacios del hospital como los que proponemos para la permuta a Ana Mestre, y hará un mes y medio o dos se lo hemos enviado a Mercedes Colombo a petición de ella para reactivar o para seguir estudiando el asunto. Las tasaciones que se le han ofrecido son tasaciones actualizadas y hemos señalado nuestro interés porque tenemos el nuevo recinto fiscal en la Bahía de Algeciras. Pero eso no puede ser el motivo de ningún tipo de desencuentro.
Pero, ¿está cerca el acuerdo?
–Hemos facilitado toda la documentación que se nos ha requerido, hemos puesto a disposición los técnicos de Zona Franca y estamos a la expectativa de que nos vuelvan a llamar. Nosotros estamos en disposición de firmar en cualquier momento, desde luego no vamos a ser escollo ni excusa para que el proyecto del hospital no se desarrolle. Lo fácil, es la aportación económica; hemos ofrecido la permuta como una alternativa siempre que sea suelo industrial o logístico, que para nosotros sería lo fantástico. Facilidades, todas las del mundo. Lo que toca es entendernos y cerrar este acuerdo.
¿Qué opina del proyecto del Cádiz en los antiguos terrenos de Delphi?
–Es un proyecto que se presenta cuando el trazado ferroviario el trazado del Bajo de la Cabezuela va a poder darle mucho sentido a la conectividad de todos los espacios industriales. Ahora se ha producido un litigio entre la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz y el fondo de inversión que ha comprado los terrenos que habría que resolver desde un punto de vista que primen los intereses de la generación de empleo y de inversión privada que desarrolle suelo logístico.
¿Son incompatibles ambas iniciativas?
–Hay un trazado ferroviario de 900 metros lineales que va por la parte trasera que se planteó como el espacio de carga y elemento de comunicación. Por lo que se conoce (del proyecto del Cádiz) no hay visos de poderse usar de manera conjunta.
¿Qué pasa con Lógica?
–Me consta que se han hecho todas las liquidaciones de Las Aletas e incluso se ha llegado a aprobar los trámites oportunos. Para conseguir mantener un equilibrio en la representación de las distintas administraciones, la Junta de Andalucía tiene que aportar suelo para la constitución de Lógica. Lo que queda es que la Junta de Andalucía mueva ficha y eso se formalice.
¿Qué papel desempeñará Zona Franca en Lógica?
–Como en Bajo de la Cabezuela y otros espacios, hemos apostado por agente urbanizador. Nos pusimos a disposición de Las Aletas y ahora, de Lógica.
¿Y para captar empresas?
–Esta nueva etapa hemos intentando levantar un departamento comercial acorde a las necesidades que tenemos con el suelo y los espacios industriales del conjunto de la provincia sin recelo por colaborar con el resto de administraciones. Aparte de que el sector está mirando a Cádiz y a la Bahía concretamente con especial interés, esa colaboración está consiguiendo atraer proyectos.
¿Hay alguna iniciativa tan potente como la de PTP Group a la vista?
–Tenemos una lluvia fina de empresas de pequeño tamaño que buscan enclaves para situarse que pueden ser primeras inversiones que generen más cuerpo posteriormente y todos anhelamos esa gran empresa que venga a ocupar un espacio importante y que tenga un valor añadido. Intentamos ser prudentes y hasta que no tenemos firmados los contratos no anunciamos nunca nada porque los ciudadanos está muy cansados de falsas promesas. Pero el desarrollo de infraestructuras como la de Bajo de Cabezuela y tirar del carro del desarrollo urbanístico que quedó en barbecho a raíz de planeamientos que no son acordes con los tiempos, nos está haciendo más atractivos.
Precisamente han actuado en Altadis.
–Estamos haciendo una intervención permanente para segregar tanto la conectividad de energía como la hidráulica. Estamos jugando a esa política de captación de pequeñas o medianas inversiones sin descartar la grande, para lo que nos hemos puesto esto en manos de consultoras a nivel internacional. Pero no podíamos estar quietos como se ha estado en años anteriores cuando era el todo o la nada. Estamos seleccionando qué edificios del recinto tabaquero no afectarían a la parte central, a la potente, en volumen y capacidad, para poner en comercialización otros.
También acomete la reurbanización del polígono exterior.
–Va en paralelo a las obras de construcción del edificio de Incubazul y una vez que eso finalice, solucionados los problemas que no se ven, esa unidad y las distintas parcelas van a generar mucho dinamismo para las empresas.
¿Es Incubazul la gran apuesta de Zona Franca?
–Es una de las grandes apuestas porque cambia el modelo de industria tradicional gracias a la colaboración público-privada que colaboran en la mentorización y formación. Está generando un espacio de convivencia y conectividad con empresas que pueden darle solución a problemas que tenga empresas tractoras como Navantia. Ya es un referente a nivel nacional e internacional en economía azul. Queremos ir a más. Las nuevas instalaciones van a dar satisfacción y esperemos que se queden pequeñas rápidamente.
Zona Franca no solo promueve industria, sino también vivienda.
–Uno tiene que intentar poner su granito de arena en todo más allá de que sea de su competencia. El proyecto de 800 viviendas en la antigua parcela de Navalips no cambia ni centímetro cuadrado de suelo industrial porque es un espacio dotacional, que iba a ser para una plaza multiusos. La falta de uso en el tiempo nos llevó a llamar a todas las puertas. El Ayuntamiento de Cádiz aceptó de manera inmediata. Y el Ministerio de Hacienda, tras preguntarnos si aquí se veía como solución, también, a través de Sepides. Era muy importante que indistintamente de quien gobierne, todo el mundo entienda que es un proyecto de ciudad que da solución a una de las principales preocupaciones y que garantice el 50% de las viviendas a protección oficial para que no haya que irse de Cádiz y estén a un precio asequible.
Y también se construirá un hotel.
–Zona Franca necesita espacios complementarios con el nuevo modelo del polígono exterior y el hotel, vinculado al trasiego de trabajadores, lo es.
Al mismo tiempo, Zona Franca trata de reforzar relaciones con Latinoamérica y África.
–Hemos llamado a todas las puertas desde la modestia para decir aquí tenemos infraestructuras, cuando Junta de Andalucía, la propia Diputación o las cámaras de comercio hagan expediciones comerciales allí para mostrar la provincia, nos gustaría participar. Zona Franca es un elemento de dinamización que tiene una pata en el comercio internacional y en la exportación muy importante. Proyectar Zona Franca fuera está consiguiendo vincular Cádiz con otros polos que tengan capacidad de atracción. Además, el vínculo con Latinoamérica es histórico. África es una potencia que está creciendo exponencialmente.
En esta estrategia, ¿el recinto fiscal de la Bahía de Algeciras es clave?
–Argentina, Uruguay, Costa Rica... hay países que están creciendo y necesitan vías de conectividad con Europa para líneas cárnicas, de grano o fruta. No podemos perder la oportunidad, esa la necesidad del nuevo recinto fiscal, para que, con lo que ya tenemos, se convierta en el punto de llegada.
Ya se habían desarrollado espacios en el Campo de Gibraltar. ¿Cuál es la diferencia ahora?
–Tenemos una red de infraestructuras muy potentes pero que se quedaba a veces en dar una cobertura a veces casi municipal. El nuevo recinto fiscal, a tres kilómetros del puerto de Algeciras y a otros tres y medio o cuatro de los polos petroquímicos de Los Barrios y San Roque cohesionan y vertebran la comarca. Pero, además, Zona Franca tiene ahora dos recintos fiscales para que las dos bahías se miren y puedan abrirse a traer nuevas empresas.
Y todo ello, tras alcanzar el saneamiento de las cuentas del Consorcio.
–Ha sido posible, en primer lugar, porque hay una apuesta clara del Ministerio de Hacienda. Si eso no fuese así, sería muy complicado todo lo demás. En segundo lugar, nos hemos tomado esto como el que monta en bicicleta: o pedaleas o te caes. Hicimos plan de viabilidad y nos marcamos hoja de ruta. Hemos renegociado toda la deuda e incluso hemos liquidado. También hemos hecho operaciones importantes, unade 70 millones antes de la subida de los tipos de interés, que nos ha dado oxígeno. Hemos impulsado el departamento comercial, resolvimos problemas urbanísticos de antaño y decidimos que no podíamos seguir haciendo inversiones en función de los ayuntamientos o determinados contextos, sino las que fueran de verdad demanda del sector empresarial para ser una institución pública que vertebre y cohesione la provincia económica y socialmente.