Jesús Losada, de 23 años, fue testigo de lo sucedido
a través del cristal del gimnasio ubicado en la misma avenida de Las Cortes. Se encontraba entrenando cuando “por casualidad” miró hacia la calle y se percató de que
un autobús circulaba por el carril contrario a cierta velocidad. “Me extrañó y seguí su trayectoria, y ya vi
cómo se llevaba por delante palmeras, farolas y desgraciadamente también personas”.
El joven, que ha estudiado primeros auxilios, no se lo pensó dos veces y salió del gimnasio para socorrer a las personas. “
Pero cuando llegué vi que estaba fuera de mi alcance ayudar. No he podido proceder porque ya era imposible, no se podía hacer nada por esas personas, tristemente”, ha lamentado a pocos metros del vehículo siniestrado.
Jesús vio cómo
varias personas “salieron corriendo como locas” del autobús una vez quedó paralizado. Y en cuestión de poco tiempo, que él calcula como “minuto y medio”, comenzaron a llegar
los primeros efectivos policiales y de bomberos.
Santiago de la Cruz, vecino del barrio de Astilleros, se dirigía justo a la avenida de las Cortes por la calle Segismundo Moret cuando escuchó
“un ruido horroroso” que asoció al
vuelco de “un camión lleno de materiales”. A los pocos minutos ya pudo comprobar lo que había pasado, y reconoce que se quedó en estado de shock. “Había mucha gente asustada y pude ver cómo un policía estaba intentando reanimar a una persona, pero
me impresionó tanto que me tuve que ir”, relató a VIVA CÁDIZ.