El bloqueo a la firma del convenio para la rehabilitación de Valcárcel y el posterior traslado de la Facultad de Ciencias de la Educación, actualmente en Puerto Real, al inmueble despierta recelos entre dos candidatos a las elecciones al Rectorado de la UCA.
“Me da la sensación de que hay gato encerrado”, advierte Casimiro Mantell, quien no entiende que, en la inauguración del curso, ni el consejero de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, José Carlos Gómez Villamandos, ni el todavía rector, Francisco Piniella, citaron la iniciativa para el antiguo hospicio; hace un año, sí, y arrancaron una cerrada ovación de los asistentes.
Mantell, que ha adelantado que no hipotecará la UCA para ejecutar el proyecto, aunque si antes de tomar posesión en caso de que se imponga en las urnas se firma definitivamente el acuerdo a cuatro bandas lo mantendrá, insiste en que “el silencio” institucional genera dudas.
Además, agrega, “hay hartazgo por parte de la comunidad educativa” porque “ignoran los detalles”. “Si gano las elecciones, consultaré” sobre la iniciativa, remacha.
La también candidata María Mosquera coincide prácticamente en los mismos argumentos. La hasta este verano vicerrectora de Política Científica y Tecnológica se desmarca de los pasos dados en los últimos meses por Piniella, y también considera que es preciso “que los que están llamados a irse” a Cádiz se pronuncien sobre el proyecto, que hay que explicar bien. Ahora mismo, dice, “es como comprarse una casa y no conocer la distribución de las habitaciones”.