Por fin se ha liberado al imponente drago de la hiedra que lo cubría por completo y que lo estaba asfixiando desde hace años. Este ejemplar de origen canario, que forma parte importante del Patrimonio Vegetal de Cádiz y que
está catalogado en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), dentro del Catálogo de Protección, Subcatálogo de Elementos Vegetales en Grado de Protección 1, ha sido limpiado con motivo de las
obras que se están realizando en el solar donde se ubica.
Se trata del solar que antiguamente ocupaba el chalet del pintor Felipe Abarzuza y que se encuentra frente al centro de salud El Olivillo. Años atrás esta explanada fue ocupada, primero, por la Escuela de Enfermería Salus Informorum y, posteriormente, por la Residencia Universitaria La Sal. Desde hace unas semanas, las máquinas están trabajando en este terreno para
edificar una nueva residencia de estudiantes con capacidad para 136 personas, y se ha procedido a
eliminar la abundante hiedra que se extendía varios metros por el muro colindante a la calle Abarzuza y que había trepado por el tronco -cubriéndolo por completo- del legendario drago hasta alcanzar sus ramas, como se aprecia en la siguiente fotografía.
Fue en noviembre del pasado año cuando el
Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cádiz requirió a
la promotora de la nueva residencia
un plano de detalle en el que se concretara la situación resultante tanto de este drago como de la
araucaria de nueva caledonia -que también se levanta en este solar y que igualmente está protegida- tras los trabajos de construcción del nuevo equipamiento,
con el fin de preservar y proteger estos dos ejemplares de gran valor patrimonial vegetal.
Desde la
Plataforma El Árbol celebran que “por fin hayan limpiado el drago,
al que tenemos vigilado al igual que a la araucaria, porque estos ejemplares están protegidos y no los pueden tocar”. “Esperemos que así sea”, apunta la representante de dicha plataforma, Paula Marchena.