'El Amor de Andrea', rodada en Cádiz, triunfa en el Festival de Cine de Tallinn

'El amor de Andrea', del cineasta almeriense Manuel Martín Cuenca, ha ganado los premios al mejor director y mejor guion en el Festival 'Black Nights' de Tallin, uno de los "festivales clase A del mundo".

Según una nota de la productora del filme, tras su estreno nacional en la Seminci, donde también fue seleccionada para participar en la Sección Oficial del certamen, la película llegará a los cines el próximo 24 de noviembre.

Producida por La Loma Blanca, LAZONA y Nephilim, en esta producción Martín Cuenca "vuelve a retratar de una manera muy personal un territorio andaluz que conoce muy bien".

Además, la película ha apostado por un reparto debutante después de un proceso de selección de un año en el que el propio director y su equipo vieran a casi 5.000 personas.

Rodada en orden cronológico, y sin que ninguno de los actores o actrices conociese, el guion, la película está protagonizada por la joven Lupe Mateo Barredo en el papel de Andrea, y completan el reparto Fidel Sierra, Cayetano Rodríguez Anglada, Agustín Domínguez, Irka Lugo, Jesús Ortiz, Inés Amieva y Jose M. Verdulla Otero.

Escrita Por Martin Cuenca junto a Lola Mayo ('La mujer sin piano', 'Lo que sé de Lola'), la película fue rodada íntegramente en la Bahía de Cádiz en otoño, lo que les permitió filmar una "naturaleza impactante en la que el viento, el mar y la luz atlántica se hicieron presentes con toda su belleza cinematográfica".

La banda sonora original de la película corre a cargo de Vetusta Morla. El tema principal de la película está interpretado por la cantante Valeria Castro junto a la banda.

Según la sinopsis del largo, "Andrea, una joven de 15 años, quiere recuperar el amor de su padre, que desapareció de sus vidas cuando se divorció de su madre. Andrea recuerda a un padre amoroso y no puede entender por qué ahora no quiere ver a sus hijos. Tomás y Fidel, sus dos hermanos pequeños, son sus compañeros infatigables en esta aventura que habla de amor, familia y desencanto".

Un argumento que sirve para que el director pregunte si "se puede demandar el amor". "Incluso cuando se está hablando de la propia familia, de un padre o una madre. Creo que no hay nada más complicado que las relaciones familiares. Los niños son inocentes, pero en su territorio se libran las batallas de los adultos", ha afirmado.

"Tengo la sensación de que los padres, en muchas ocasiones, pretendemos que nuestros hijos sean una prolongación de nosotros mismos, de nuestros deseos e inquietudes, incluso de nuestras guerras. Lo cierto es que los niños quedarán marcados para siempre por la dinámica familiar que hayan encontrado", ha asegurado.

Según Martín Cuenca, "la familia debe ser confrontada y redefinida, los afectos que importan son los que se entregan con generosidad y no los que se demandan e imponen y, en muchos casos, las familias son el origen de nuestros malestares más profundos. Andrea debe enfrentarse a todo esto y, por tanto, ser una heroína".