El tiempo en: Cádiz

Si caminito al estadio

Cádiz CF: ¡Viven!

Mauricio Pellegrino se estrena con un buen empate ante los bilbaínos con unos jugadores que resucitaron y dieron la cara

Publicado: 29/01/2024 ·
21:14
· Actualizado: 29/01/2024 · 21:33
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Andaluc�a Informaci�nPublicidad AiPublicidad Ai
  • Mauricio Pellegrino, entrenador del Cádiz. -
Autor

Carlos Natera

Cadista y periodista, en ese orden. Ahora dirige su propia agencia de comunicación. Lo malo es que lo hace desde Sevilla

Si caminito al estadio

Optimistas patológicos y derrotistas típicos están invitados a leer las opiniones cadistas del autor

VISITAR BLOG
  • Pese a todo, el Cádiz sigue sin ganar mientras que afición y entrenador esperan a los nuevos fichajes como el comer

Tuvo que llegar el merecido homenaje cadista al bueno de Antonio Reguera para que recuperara el cadismo la ilusión con la llegada de Pellegrino. Le gustó al pobleamarillo, que diría Don Antonio, que el argentino empezara la semana con sesión doble de entrenamiento. Tuvieron a bien los comunicadores del club en mostrarnos imágenes de un entrenamiento físico, de esos en los que se suda y se ven las costuras de este equipo, cuyo estado de forma deja mucho que desear. Más entrenamiento, más concentración, más horas juntos en el campo. Este parece un buen comienzo para el nuevo Cádiz, que con las mismas caras de siempre sobre el verde, mostró un renovado aire fresco en los 90 minutos.

Parece mentira que la defensa de Sergio fuera, hombre por hombre, la misma que la de Mauricio. Fali y Chust firmaron ayer un gran partido cerrando filas ante los bilbaínos al tiempo que Iza y Robert Pires pusieron candado a sus respectivas bandas con unas grandísimas ayudas de los interiores. Iñaki soñó por la noche con el brasileño, que se lo comió con papas como ni el mismísimo FC Barcelona no pudo hacer esta misma semana. Ver a un lateral llevarse bien con su extremo es garantía de que pasen cosas buenas, y ayer entre Lucas y Robert Navarro se vio una sintonía que ni la del chavá con su tortuga. A nivel ofensivo, ambos demuestran compenetración, verticalidad y buenas hechuras. Navarro ilusiona por su regate y su capacidad de trabajo, cosa que gusta a la grada que le ovacionó con merecimiento.

El punto negativo nos lo trajo otra vez Ocampo. Nada queda de ese extremo vertical, buen pasador y mejor rematador que se lesionó la pasada temporada. Ocampo es ahora torpe, poco inteligente y nervioso. Parece que Pellegrino se resigna a la rendición y está dispuesto a subir la cuesta de las Calesas con la puerta a rastras si con ello consigue recuperar al uruguayo. Nótese que el míster sólo hizo 3 de los 5 cambios posibles y uno fue el de Ocampo, y eso que la plantilla estaba fundida físicamente y el Athletic metió carnaza en la segunda mitad. ¿Un mensaje para la directiva? Parece claro que sí, y es que los fichajes no terminan de llegar. El equipo necesita un defensa (mínimo) como el comer, si es que no quiere terminar el año varado en la orilla. Un centrocampista es también de urgencia capital, pues San Emeterio no va a volver a jugar esta temporada. Ayer Escalante, eso sí, firmó un partido serio, cosa que ya echábamos de menos. Falta por ver cómo encaja la esperanza marfileña Kouamé en los planes de Mauricio, que ayer no lo sacó ni un minuto. Por último, en la zona ofensiva, viendo que con Maxi ya no se cuenta, está todo hecho para que Juanmi venga desde Arabia. Queda por ver si el lustroso gobierno petrolífero lo deja salir a tiempo. La de Juanmi sería una gran llegada, aunque los problemas del Cádiz son mayores en defensa que en ataque.

Tiene mucho trabajo por delante el nuevo míster pero también el área deportiva y Manuel Vizcaíno. Quedan 3 días y hay que hacer 3 incorporaciones. Luego, plantilla, entrenador y afición tienen 16 partidos, 48 puntos, para salvar la categoría y seguir viviendo el sueño de la Primera División. Que no nos bajen de la tabla, queremos seguir surfeando.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN