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Sevilla

La Estrella luce sus camarines remozados

La Hermandad de la Estrella estrena, tras meses de trabajo, los camarines de sus titulares, cuyo diseño y decoración ha estado en manos de Rubén Terriza

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Detalle de los camarines.

Detalle de los camarines.

Detalle de los camarines.

Detalle de los camarines.

Detalle de los camarines.

Rubén Terriza, trabajando.

  • Terriza ha utilizado la técnica del trampantojo creando diferentes volúmenes y formas arquitectónicas
  • La pintura mural de la pared emula un espolín, tejido que se realiza con seda natural y metal desde el siglo XV
  • Para el techo del camarín del Señor se ha adecuado un artesonado de inspiración renacentista

La Hermandad de la Estrella ha inaugurado este viernes, tras meses de trabajo del pintor Rubén Terriza, la nueva decoración de los camarines de los titulares de esta popular cofradía de Triana, una apertura que ha coincidido con el besamanos de María Santísima de la Estrella.

Según ha informado la cofradía, Rubén Terriza ha sido el encargado del diseño y obra pictórica de ambos camarines, inspirados en las decoraciones conventuales. “La hermandad tiene su origen en Triana, en el convento de la Victoria, perteneciente a los Frailes Mínimos de San Francisco de Paula, lo que invita a imaginar a sus imágenes en su origen con pinturas murales de este tipo”, explican.

Antes, se han desarrollado trabajos de reparación del camarín de María Santísima de la Estrella debido a problemas de humedad y filtración de agua, retrasándose el inicio del proyecto de decoración de sendos camarines, mientras que los techos “se han complementado arquitectónicamente y se han enriquecido con distintas molduras y una gran cornisa, que enlaza el techo con la pared”.

Además, se ha optimizado la seguridad de estos espacios con cortinas cortafuegos que, conectadas a diferentes alarmas, se activan automáticamente en caso de humo o incendio, consiguiéndose así el aislamiento de las imágenes. De hecho, el camarín de Nuestro Padre Jesús de las Penas cuenta con “un mecanismo complejo que lo retrasara en el camarín, antes de desplegar la cortina ignífuga”.

El jardín mariano de la Virgen de la Estrella

Para las pinturas murales del camarín de la Virgen se han tomado referencias de estancias palaciegas, en alusión a la realeza de María. Para el techo, se ha adecuado un artesonado de inspiración renacentista con motivos de estrellas de ocho puntas y decoración vegetal, aludiendo a su advocación, pero “también invita a ver a la Virgen María como la luz de nuestra fe, como Estrella radiante de la nueva evangelización”.

Todas estas estrellas están sutilmente perfiladas para crear el efecto de que la luz parte de la propia Virgen, la estrella más reluciente del firmamento, apuntan, para lo que Terriza ha utilizado la técnica del trampantojo, ya que “con el sombreado y las luces colocadas de manera pictórica se crean diferentes volúmenes y formas arquitectónicas”, explica la hermandad.

La pintura mural de la pared emula un espolín, tejido que se realiza con seda natural y metal desde el siglo XV. Para ello, Terriza lo ha elaborado, principalmente, en tintas planas, consiguiendo un efecto de tejido. “Un jardín mariano, en homenaje a la belleza de la Virgen, donde las diferentes flores son las protagonistas”, como son rosas, azucenas o claveles en ramos conectados por enredaderas florales y lazos. La elección de las flores sirve para destacar virtudes de la Virgen, como la pureza, la belleza, su realeza o la gloria. Entre las flores, reposan y revolotean mariposas, anunciando la Resurrección de Cristo. También, un jilguero, representando la Pasión de Cristo, vuela en este “jardín mariano”, exponen.

La decoración del camarín ha conseguido un “espacio sacro y ungido, y que proteja a la imagen de María Santísima de la Estrella de posibles peligros”. Así, la embocadura exterior presenta ornamentación y moldura realizada por Manuel García Vega a juego con el retablo y dorada por Emilio López Olmedo, enmarcando el camarín, y la interior, pintada con diferentes roleos, con elementos florales y hojas de acanto, “nos recuerda a la saya y manto de Salida de María Santísima de la Estrella y que imita el efecto de una yesería, con trampantojo”, apuntan.

El camarín del Señor

También el camarín de Jesús de las Penas se inspira en las pinturas conventuales. Para el techo, se ha adecuado un artesonado de inspiración renacentista con motivos del “Arma Christi” o instrumentos de la Pasión de Cristo y decoración vegetal. Para el mismo, Terriza ha utilizado también la técnica del trampantojo, ya que con el sombreado y las luces de manera pictórica, se crean diferentes volúmenes y formas arquitectónicas.

La pintura mural de la pared emula un brocado, elaborándose principalmente en tintas planas, consiguiendo un efecto de tejido, apreciándose lirios con lazos y una dinámica composición con uvas y espigas, simbolizando la Eucaristía, con el pan y el vino.

Creando armonía entre el artesonado y la pared, se instala en ambos camarines sendas cornisas, enriqueciendo arquitectónicamente los espacios. Estas están decoradas con formas geométricas con la técnica del trampantojo, se recrea un mármol realizado con la técnica del marmoleado o jaspeado y es decorada con elementos vegetales y florales, señalan.

Rubén Terriza, trabajando.

Rubén Terriza

Rubén Terriza González nació en la Puebla del Río (Sevilla) en 1996 y es un artista plástico, enfocado en pintura y escultura. De él destaca la hermandad que “en la pintura encuentra mayoritariamente la inspiración en el arte figurativo, especialmente en modelos clásicos del barroco sevillano y centroeuropeo. Son obras que desprenden una madurez artística que a ratos se nos antoja impropia de alguien tan joven. Sus aciertos radican en una cuidada elección de sus representaciones, todas de gran belleza y unción, el uso de la luz y el tratamiento de los colores (de clara inspiración italiana, usando rojizos, azules, rosas, dorados…) juegan también un papel fundamental, destacando además su maestría en el dominio de las diferentes técnicas (óleo, acrílico, grafito, bolígrafo, pastel, sprays…). Sin duda, nos encontramos ante trabajos de una gran calidad que, pese a la suavidad y la amabilidad que desprende su tratamiento, no están exentos de peso, rotundidad y prestancia”.

Entre sus obras destacan el cartel de la Navidad de Sevilla 2021, cartel de la Semana Santa de Osuna 2021, cartel de la Sagrada Cena de Málaga 2022, cartel de las Glorias de Granada 2023, cartel de la Esperanza de Triana 2019, cartel del Carmen de San Cayetano 2019, cartel de las Glorias de Córdoba 2018, cartel de la Juventud de Triana 2017, cartel de la Divina Pastora de Capuchinos 2017, portada  del boletín del Museo en 2017 y del boletín de Montesión en 2021 o colaboraciones en revistas como Pasión en Sevilla. En 2017, realiza la pintura del camarín de la Divina Pastora de Triana y en 2020, pinta la Gloria para el techo de palio de la Hermandad Servita de Los Palacios y Villafranca. Asimismo, ha realizado esculturas como una de las ovejas de la Divina Pastora de Capuchinos de Sevilla y particulares.

 

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