Lo ideal, para las organizaciones ecologistas, sería cumplir con las tres erres: reciclar, reutilizar y reducir pero, como consumir menos no siempre es posible en estas fechas, se apuesta porque Melchor, Gaspar y Baltasar traigan regalos más justos social y respetuosos ambientalmente.
La compra de este tipo de productos es una tendencia cada vez “más extendida”, tal y como aseguran a Efeverde fuentes de unos grandes almacenes, y su venta produce mayores beneficios de año en año.
Desde estos grandes almacenes afirman que “los Reyes” están cada vez “más interesados” en líneas como Ecoland, un tipo de juegos y juguetes más tradicionales- puzzles, construcciones, balancines - cuyo uso supone, junto a la diversión, la asimilación de valores educativos.
Unos valores que es fundamental inculcar en los niños “cuanto antes”, sin olvidar que “nunca es tarde si la meta educativa es buena”, y teniendo en cuenta siempre sus gustos y necesidades, afirma el psicólogo y pedagogo, Valentín Martínez-Otero.
Este experto opina que son más “adecuados” los juguetes sencillos, de materiales simples, con los que el niño pueda realizar cosas, que los juguetes muy sofisticados de poco valor formativo.
Empresas como Green Toys o Wonderworld venden, a través de internet, juguetes hechos sólo con el plástico reciclado de botellas de zumo o leche, y juegos con los que rescatar pingüinos en el polo Norte, aprender las ventajas de ir en bici, utilizar energía eólica o solar y jugar con los animales del bosque.
No son las únicas iniciativas en este sentido y no sólo hay regalos para los niños, las ONG tienen a disposición de socios y clientes una oferta para todas las edades.
La organización WWF permite a sus socios hacer un regalo mientras protegen a los animales enviándoles, en función de la cantidad donada, un llavero o un peluche elaborados de forma “sostenible”, con la forma de los pingüinos, gorilas, pandas o águilas imperiales que serán protegidos con ese dinero.
Agendas, tazas, semillas, camisetas de algodón orgánico, chapas, cosméticos o peluches son algunas de las posibilidades de la tienda de Greenpeace, donde también se puede adquirir el calendario, “producto estrella” según la responsable, Catalina Jiménez.
Juguetes de algodón para los más pequeños y juegos de ingenio de diferentes países son alguna de las novedades de la ONG Setem, desde donde aseguran que el comercio justo proporciona un doble beneficio: los productores y sus comunidades mejoran su calidad de vida y el consumidor obtiene calidad y originalidad en los regalos.
“A veces pensamos que los problemas del mundo nos vienen grandes- cuenta la responsable de esta ONG, Mónica Gómez- pero tenemos un gran poder: somos consumidores y, al escoger un producto u otro, estamos eligiendo también un mundo u otro”.
Mañana, como cada año, la ilusión acumulada se convertirá en diversión y juego cuando se abran esos paquetes con los que, si los Reyes Magos han sido ecológicos y justos, también la naturaleza recibira su regalo.
