Hasta que las matemáticas digan lo contrario el Cádiz es equipo de Primera División y tiene opciones de permanencia. Pero la lógica y la trayectoria del equipo advierten de todo lo contrario.
Los amarillos han ganado cuatro partidos de 34 y ahora, para soñar con errores ajenos debe ganar cuatro de cuatro. Y quizás ni así le sirviera.
Poco importaban ya los resultados del Granada y del Almería. Los almerienses, ya descendidos, sacaron los tres puntos en su visita al Rayo Vallecano (0-1) gracias a un gol del Choco Lozano, que encadena tres jornadas seguidas marcando. Pese al triunfo, el segundo de la temporada, el Almería suma nueve puntos menos que el Cádiz.
Por su parte, el Granada se estrelló 3-0 en Sevilla y se queda a once puntos de la permanencia con sólo doce en juego. Un imposible.
Con el Almería y el Granada descartados por la cola, el Cádiz ya solo podría alcanzar a cuatro equipos. A Las Palmas, que acumula once puntos más que el Cádiz y debe visitar la Tacita le bastaría con sumar dos puntos para ser inalcanzable. El equipo canario encadena siete derrotas consecutivas, pero su distancia le mantiene tranquilo.
A “tiro” siguen el Celta y el Rayo, con ocho puntos más. Con cuatro puntos serían inalcanzables aunque el Cádiz llegase a su tope: 38. A igualdad de puntos y de resultados en los duelos particulares se miraría el general y ahí ganan ambos con holgura al Cádiz.
El rival más cercano al Cádiz es el Mallorca, a seis puntos y la ventaja general de goles muy a favor. Con seis puntos, sería inalcanzable y su calendario es muy asequible: Las Palmas y Almería en casa y Osasuna y Getafe fuera.
Todo esto suponiendo que el Cádiz sumase su máximo posible, que ya sólo pueden ser 38 puntos. Es más, en el peor de los casos, el Cádiz podría perder la virtualmente la categoría este domingo si no le gana al Getafe y sí lo hacen sus tres rivales más cercanos. No es posible matemáticamente aunque el Mallorca se escapase a nueve puntos porque habría que mirar el balance de goles general, a favor de los baleares por trece tantos, pero abierto hasta el final de la temporada.
El partido más apretado de la jornada se juegó en Balaídos, donde sumó el Celta ganó al Villarreal por 3-2. Se adelantaron los visitantes con un gol de Alberto Moreno, pero a los quince minutos se quedaron con uno menos por expulsión de Comesaña. Instantes después Baena cometió penalti y llegó el empate. El Celta remontó, pero sufrió porque el Villarreal empató. Pero, con el cansancio, no pudo aguantar y Douvikas anotó el 3-2 en el minuto 82.
