el Carnaval y su concurso no es sólo de los autores y de los intérpretes. Los aficionados y la prensa tienen un hueco imprescindible en la fiesta. Hoy, el locutor de la Cadena Ser Kike Lafuente es entrevistado para EL GALLINERO de modo desenfadado por su hijo, Kike Lafuente.
—Papá, mucho ha cambiado el carnaval en treinta y cuatro años. —Una barbaridad, sólo hay que ver la época en la que salimos nosotros con Los Dedócratas y como salen ahora los coros, mucho más preparados tanto musicalmente como en el tipo.
—Pero vosotros marcasteis una época… —Sí porque el tango se perdía y nos reunimos un grupo de amigos, unidos la mayoría por la ilusión del carnaval y cuando nosotros salimos tan solo se presentaban a concurso tres coros y el hecho de ser estudiantes y licenciados universitarios hizo que se empezaran a animar todos los que tenían afición y condiciones y se sentó una base para lo que es ahora la modalidad.
—Entonces papá ¿el concurso también era diferente? —Sí, eran sólo tres días, se presentaban muy pocas agrupaciones. Dos semifinales y una final por aquel entonces y aunque había menos reglas era bastante más puro que el de ahora. Ahora está organizado por unos pseudoaficionados que piensan que son el ombligo de la fiesta.
—Pero en algo habremos mejorado ¿no? —A ver hijo, se ha mejorado en calidad de las agrupaciones, porque el tiempo pasa y el concurso se tiene que adaptar a los cambios. Ahora los tipos están hechos con cosas inimaginables por aquel entonces. También hemos nacionalizado el concurso con agrupaciones de fuera de Cádiz.
—¿Y empeorado? —Se le ha perdido el respeto al concurso. En nuestra época los que no entonábamos éramos postulantes o ayudando de cualquier forma. Ahora la gente no cualificada sale beligerantemente sólo por el hecho de poder decir que han cantado en el Falla.
—¿Y en lo que ha prensa se refiere? —Antes había sólo un seguimiento local y ahora es casi nacional. Se ha ganado mucho en ese aspecto y todo gracias a Diario de Cádiz y Radio Nacional que eran los medios de entonces. Ahora el despliegue es mucho más grande y podemos llegar donde antes no se llegaba.
—¿Y el carnaval de la calle? —Nosotros fuimos pioneros con las callejeras, el año de Los buscaoros en el 82, los únicos en salir a la calle ese año, nos escribía el Gómez y Emilio Rosado. No las inventamos, sólo se nos ocurrió hacerlo antes que a otros, después llegó el boom. La peña familiar El Lete sacaba una charanga pero no era lo mismo.
—Bueno papá, ¿y en gustos carnavaleros? —Soy martinista, aunque ha habido años que no me ha llenado especialmente la comparsa de Antonio Martín. Pero no por eso dejo de apreciar la calidad de otras agrupaciones.
—¿Y en chirigotas? —Me gustan tanto las clásicas como las que han evolucionado.
—¿Murieron los cuartetos con el Masa? —En ese sentido soy totalmente clásico, no me gustan los cuartetos de hoy en día. Son como sketch de teatro. Pero si el reglamento se lo permite… Ojo que no dudo de la calidad de Morera y Gago, aunque el último se asemeja más a los clásicos. De todas maneras la modalidad es complicada y requiere de un buen autor y de buenos intérpretes. Es la modalidad que más ha evolucionado y en la que más se ha cambiado el reglamento.
—Bueno papá muchas gracias por atenderme. Te veo esta noche por ahí —Muchas de nadas hijo, un beso. Luego nos vemos.